El documento discute la importancia del capital cultural y cómo se manifiesta en tres formas: incorporado, objetivado e institucionalizado. También advierte sobre los peligros de los sondeos políticos y cómo pueden usarse como instrumentos de demagogia en lugar de reflejar la opinión pública real. Además, analiza cómo el sistema educativo y las promesas políticas durante las campañas electorales afectan la crisis política.