El petróleo es un combustible fósil formado por la descomposición de organismos marinos hace millones de años bajo la superficie terrestre. Se extrae de yacimientos subterráneos y se utiliza principalmente como combustible para vehículos y en la industria, así como materia prima para fabricar una variedad de productos. Para aumentar la producción de los yacimientos, se inyecta agua o vapor para reducir la viscosidad del petróleo y presionarlo hacia arriba.