El Sello de Ginebra se creó en 1886 para distinguir los relojes mecánicos de alta calidad fabricados en Ginebra. Para obtener el sello, los movimientos deben cumplir doce criterios estrictos que evalúan la precisión, acabados y funcionalidad. Recientemente se añadieron nuevos criterios como la hermeticidad y pruebas de precisión de siete días. La marca Patek Philippe abandonó el sello en 2009 al no respetar este que todos los componentes deben fabricarse en Ginebra. Actualmente lo poseen