Belgrano tuvo que organizar la retirada del ejército y el pueblo de Jujuy y Salta ante el avance del ejército español. Ordenó que quemaran las casas y recogieran todo lo útil para un largo éxodo de 360 km hacia Tucumán. Allí, desobedeciendo órdenes de retirarse más lejos, dio la crucial Batalla de Tucumán que derrotó a los españoles.