La agricultura de precisión surgió en Argentina en 1995 impulsada por el INTA y empresas privadas, con el objetivo de aplicar dosis variables de insumos basados en la variabilidad dentro de cada lote. Las herramientas clave incluyen GPS y electrónica para recopilar datos en tiempo real sobre los cultivos. Antes no se consideraba la variabilidad intra-lote, sino solo datos promedio por lote.