El documento clasifica los elementos de un contrato en esenciales, naturales y accidentales. Los elementos esenciales dan valor al contrato e incluyen la capacidad, consentimiento, objeto, causa y goce y ejercicio de derechos. Los elementos naturales se incorporan al contrato pero se pueden eliminar sin perder validez, como la seguridad social y vacaciones. Los elementos accidentales se establecen por cláusulas especiales y pueden incluir el plazo, condición e indivisibilidad.