Fede, un niño preocupado porque la Navidad se había perdido en su pueblo, viajó al Polo Norte para pedir ayuda a Papá Noel. Juntos, y con la ayuda de los tres Reyes Magos, lograron recuperar la Navidad en el pueblo de Fede transportando regalos en un trineo iluminado tirado por renos y camellos a través del cielo, lo que fue avistado por los vecinos y devolvió el espíritu navideño a la comunidad.