La energía eléctrica se produce en centrales eléctricas a partir de fuentes de energía primaria como combustibles fósiles, energía nuclear o energías renovables. Luego, la electricidad generada se transmite a través de líneas de alta tensión a subestaciones donde se reduce la tensión antes de distribuirse a hogares y empresas. Finalmente, las compañías comercializadoras venden la electricidad a los consumidores.