La inteligencia emocional se divide en dos partes: la inteligencia personal y la inteligencia interpersonal. La inteligencia personal implica el autoconocimiento y el control de las propias emociones, mientras que la inteligencia interpersonal implica la capacidad de comprender y reaccionar a las emociones de los demás. Las características clave de la inteligencia emocional incluyen la motivación propia, el control de impulsos y la regulación del estado de ánimo. En el ámbito laboral, la inteligencia emocional es importante para crear