Para aprender a leer se requiere esfuerzo, ver la lectura como un reto interesante y fuente de ocio y placer, estrategias lúdicas pertinentes. Los maestros deben enseñar a leer leyendo, construyendo significado y usando los conocimientos previos de los niños para formular preguntas e hipótesis, y servir como mediadores y modelos lectores entre los libros y los niños.