Este documento describe las relaciones simbióticas entre hongos y raíces de plantas conocidas como micorrizas. Las micorrizas son cruciales para que las plantas sobrevivan en la tierra y les permiten a las plantas absorber mejor los nutrientes del suelo. Las micorrizas arbusculares en particular han sido útiles para restaurar suelos degradados. Inoculando plántulas con estas micorrizas nativas se puede mejorar el éxito del establecimiento de las plantas y la biodiversidad del suelo. Más investigación sobre la divers
Naturefund se ha sumado al reto de instalar bosques comestibles en los valles interandinos de Co-chabamba (Bolivia). Desde el mes de septiembre del 2014, junto con la Fundación Agrecol Andes y la Red ECO-SAF, está ejecutando el proyecto piloto “mejoramiento de las condiciones de vida de pequeños agricultores en el valle semiárido de Cochabamba”. El presente artículo describe los conceptos básicos para el diseño de sistemas ADs.
Las plantas desarrollan una estrecha comunicación con los microorganismos del suelo a través de su raíz, siendo especialmente importantes la que se da con las bacterias y hongos que promueven el crecimiento y protección de las células vegetales, además de generar mecanismos de resistencia a cambios ambientales tales como: el bajo contenido de humedad en el suelo, deficiencia de minerales, cambios de temperatura, presencia de químicos, así como plagas y enfermedades.
Naturefund se ha sumado al reto de instalar bosques comestibles en los valles interandinos de Co-chabamba (Bolivia). Desde el mes de septiembre del 2014, junto con la Fundación Agrecol Andes y la Red ECO-SAF, está ejecutando el proyecto piloto “mejoramiento de las condiciones de vida de pequeños agricultores en el valle semiárido de Cochabamba”. El presente artículo describe los conceptos básicos para el diseño de sistemas ADs.
Las plantas desarrollan una estrecha comunicación con los microorganismos del suelo a través de su raíz, siendo especialmente importantes la que se da con las bacterias y hongos que promueven el crecimiento y protección de las células vegetales, además de generar mecanismos de resistencia a cambios ambientales tales como: el bajo contenido de humedad en el suelo, deficiencia de minerales, cambios de temperatura, presencia de químicos, así como plagas y enfermedades.
Control biológico es el uso de un organismo para controlar a otro. Se basa en la utilización, principalmente, de un grupo de hongos y bacterias que presentan efectos antagónicos frente a otros microorganismos patógenos vegetales. De este modo, cepas especialmente seleccionadas pueden ser aplicadas y formuladas artesanal o industrialmente, para el control biológico de enfermedades de cultivos de importancia agrícola.
Importancia del clima en la producción agrícola. Elementos meteorológicos de mayor incidencia. Importancia de los insectos en los ecosistemas. Su interacción con el ambiente. Movimiento de los insectos. Corredores biológicos. Bibliografía.
MICROBIOLOGÍA AMBIENTAL EN LA AGRICULTURA [Autoguardado].pptxMilagrosvanesaFalcon
Permite dar a conocer diferentes aspectos de la participación y aplicación de los
microorganismos en los ecosistemas suelo, agua y aire; y entender la importancia de su
intervención, ya sea perjudicial o benéfica. Conocer los tipos de interacciones existentes
entre los diferentes grupos de microorganismos. Entender los mecanismos que utilizan los
microorganismos en el ciclaje de elementos (N, P, C, Fe, S) y su efecto en dichos procesos.
Reconocer los microorganismos de importancia Ambiental en la posible solución de
problemas ambientales (biorremediación, degradación de xenobióticos y
recalcitrantes).Proporcionar las técnicas de laboratorio empleadas en la recuperación,
aislamiento e identificación de los microorganismos relacionados con los ecosistemas aire,
suelo y agua.Desde la Microbiología Ambiental, es posible conocer acerca de los
contaminantes del ecosistema aire, trabajar en microbiología del aire, microbiología del
suelo, conocer y profundizar en los ciclo del nitrógeno, carbono, fósforo, azufre y hierro.
Permite trabajar en procesos de corrosión, microbiología de ambientes extremos, manejo de
residuos sólidos, degradación de xenobióticos y detoxificación de recalcitrantes,
bioquímica y genética de la degradación de hidrocarburos, humedales y fitorremediación,
tratamiento aeróbico y anaeróbico de aguas residuales, entre otros. Adicionalmente, los
estudiantes de Microbiología Ambiental conocen y aprenden acerca de los grupos
indicadores más relevantes para el estudio de calidad en aguas asociados con
contaminación de origen fecal y el uso de diferentes modelos biológicos, para evaluar los
efectos de los contaminantes mediante ensayos de toxicidad aguda.
Finalmente, en esta asignatura los estudiantes conocen y aprenden a interpretar la
normatividad vigente (Resoluciones, Decretos, acuerdos y Normas Técnicas Colombianas)
relacionada con el manejo y aprovechamiento de residuos sólidos orgánicos, tratamiento y
vertimiento aguas residuales domesticas e industriales. Las primeras investigaciones microbiológicas, efectuadas en el siglo XIX por Louis Pasteur y Robert Koch, buscaban identificar microorganismos generadores de enfermedades en animales y posteriormente en humanos.
Las investigaciones en este campo han generado que en la actualidad se tenga la claridad de que los microorganismos no son solamente causantes de enfermedades, sino que representan un papel fundamental en la ecología planetaria; en procesos como el reciclado y la conversión de materia orgánica, en los ciclos y la movilización de diversos elementos bioquímicos y en la eliminación de sustancias tóxicas que contaminan el suelo o el agua, entre otras acciones.
La microbiología ambiental es definida como el análisis de los microorganismos en relación con la biodiversidad del suelo, el agua o el aire; con el objetivo de concebir y comprender su desarrollo y funcionamiento, ya sea benéfico o perjudicial.
En la actualidad, las actividades humanas domésticas
En la naturaleza todas las sustancias orgánicas naturales son descompuestas por organismos mayores (gusanos, hormigas, cochinillas, ciempiés, milpiés, arañas, ácaros y colémbolos), también son atacados por organismos menores (hongos, bacterias, actinomicetos y protozoos) que digieren y oxidan gran parte de estos compuestos en presencia de oxigeno más conocida como mineralización y humificación, mediante la descomposición de los residuos y el almacenamiento del carbono dentro de su propia biomasa o mediante la reconstrucción de nuevas estructuras de carbono, la biota del suelo tiene una función muy importante en los procesos de reciclaje de nutrientes y, por lo tanto, en la capacidad de un suelo para proveer al cultivo con suficientes nutrientes para cosechar un buen producto. Con lo cual los invertebrados son indispensables para la agricultura y la producción de alimentos para lograr una agricultura sostenible es fundamental comprender y gestionar este segmento de la biodiversidad.
1. Ensayo sobre la señalización interplantal a través de redes hifales
Karla Paola López Martínez
En el proceso de evolución de la tierra, la biota ha co-evolucionado en conjunto con el ambiente
ocasionando múltiples relaciones simbióticas entre organismos. Sin duda una de las asociaciones
más sorprendentes son las micorrizas (del griego myces, hongo y rhiza, raíz) que representan la
simbiosis mutualista entre algunos hongos (micobiontes) y las raíces de las plantas (fitobiontes). En
esta asociación, la planta le proporciona al hongo carbohidratos (azúcares, producto de su
fotosíntesis) y un microhábitat para completar su ciclo de vida; mientras que el hongo, a su vez, le
permite a la planta una mejor captación de agua y nutrimentos minerales con baja disponibilidad en
el suelo (principalmente fósforo), así como defensas contra patógenos. Las micorrizas son
consideradas cruciales para la transición de las plantas a la vida terrestre, evidencias fósiles y
estudios moleculares sugieren que la asociación micorrícica se originó hace 462-353 millones de
años y, desde entonces, su formación es indispensable para el éxito ecológico de la mayoría de las
plantas sobre la Tierra (Camargo-Ricalde et al., 2012).
Para obtener los beneficios de esta simbiosis, es necesario que planta y hongo establezcan
una interacción estable, durable y funcional, basada en el beneficio mutuo y las dinámicas
impuestas por las condiciones abióticas en las que se establece. Así, la asociación micorrícica tiene
amplias aplicaciones tanto en ecosistemas y programas de restauración y mantenimiento de
diversidad; como en agro-ecosistemas modernos en los cuales la producción vegetal debe ser
sostenible y sustentable (Ramírez y Rodríguez, 2012).
La práctica de monocultivo por la presencia de la empresa privada y de ciertas políticas
estatales, ha ocasionado la degradación de los suelos la cual se caracteriza por una pérdida a largo
plazo de la función del ecosistema y la productividad causada por perturbaciones de las cuales la
tierra no puede recuperarse sin ayuda (Garzón, 2015). Las micorrizas arbusculares son las que se
han utilizado ampliamente para la restauración ecológica de suelos gracias a su amplia distribución
y a los atributos que presenta sobre los cultivos. Este tipo de micorriza tiene un papel positivo bien
documentado en el ciclo de nutrientes y en la mejora de los atributos del suelo, mejora la tolerancia
de las plantas al estrés biótico y abiótico, y aumenta significativamente la supervivencia,
establecimiento y crecimiento de las plántulas de árboles / arbustos. Juega un papel fundamental
en la sucesión de la comunidad de plantas y puede prevenir directa o indirectamente la invasión de
especies de plantas exóticas. A nivel de la comunidad vegetal, aumentan la biodiversidad tanto por
encima como por debajo del suelo (Asmelash et al., 2016).
Asmelash y colaboradores concluyen que la inoculación puede aumentar significativamente
el éxito de la restauración de tierras degradadas y para obtener mejores resultados, se recomienda
reducir la densidad de plántulas y competidores (mayor separación de plántulas). Su forma de
empleo puede ser a través de la utilización de especies nativas de hongos específicas para una
planta de interés, teniendo en cuenta variables como las condiciones bioquímicas del suelo y la
variación climática, que pueden influir en su grado de efectividad. De igual forma, se puede trabajar
cultivos in vitro en viveros donde se emplean especies de micorrizas arbusculares nativas o
comerciales para técnicas de inoculación de raíces, con un manejo agronómico previamente
conocido (Garzón, 2015).
Finalmente, a través de este método se puede establecer la compatibilidad funcional entre
micorrizas, el suelo y plantas que lleve a un incremento en la producción; no obstante, la
complejidad e interacción de estos sistemas incluye variables de perturbación que deben ser
cuidadosamente estudiados así como también se requiere que la investigación sobre la diversidad
y funcionalidad de los hongos micorrizógenos sea apoyada, con el fin de documentar más
ampliamente esta aplicación biotecnológica en México.
2. Ensayo sobre la señalización interplantal a través de redes hifales
Karla Paola López Martínez
Asmelash, F., Bekele, T. y Birhane, E. (2016). The Potential Role of Arbuscular Mycorrhizal Fungi
in the Restoration of Degraded Lands. Fronters in Microbiology, 7(1095).
Camargo-Ricalde, S. L., Montaño, N., Rosa-Mera, C. y Montaño-Arias, S. (2012). Micorrizas: una
gran unión debajo del suelo. Revista Digital Universitaria, 13(7).
Garzón, L. P. (2015). Importancia de las micorrizas arbusculares (MA) para un uso sostenible del
suelo en la amazonia colombiana. Universidad de Caldas, 42(14).
Ramírez-Gómez, M. y Rodríguez, A. (2012). Mecanismos de defensa y respuestas de las plantas
en la interacción micorrícica: una revisión. Revista Colombiana de Biotecnología, 14(1), 271-
284.