El documento compara los resultados de equipos colombianos y japoneses. Los japoneses tuvieron éxito porque siguieron a un líder único que guió y controló sus acciones. Los colombianos tuvieron problemas porque todos se consideraban líderes y sus ideas no estaban organizadas. El documento concluye que para que un equipo funcione bien debe haber un solo líder al que seguir, un buen trabajo en equipo, y que las ideas de los miembros sean escuchadas por el líder.