2. Unidad 1. La literatura de ideas. El debate, la polémica: algunos
temas de actualidad
1) OPINION. "Lecturas escolares", por Beatriz Sarlo, escritora y ensayista. Para la revista
Viva, del diario Clarín, 13/5/2005.
En la escuela, la literatura puede ser una prolongación de lo cotidiano o proponer
una experiencia diferente. Qué pasa cuando talla en el aula Un guapo del
novecientos.
Me cuentan que, en un colegio bilingüe muy prestigioso y eficiente, los chicos de
doce o trece años están obligados a leer el drama de Samuel Eichelbaum Un guapo
del novecientos. Mi primera reacción es pensar: se me ocurren diez obras más
interesantes para un adolescente del 2005. Pregunto quién es la persona que dirige la
5 sección literatura de ese colegio y me responden con el nombre de alguien a quien
conozco bien. Entonces, me callo la boca: mejor pienso por qué esa mujer eligió Un
guapo del novecientos. Descartemos razones.
No lo eligió porque creyera que en ese drama sobre el guardaespaldas de un caudillo
conservador, que transcurre a comienzos del siglo pasado, los chicos pudieran
10 encontrar retazos de los teleteatros que miran, la música que escuchan, los videos
que juegan, ni lo que escriben en el chat. Por el contrario, todo lo que hay en la obra
de Eichelbaum tiene que resultarles ajeno y parcialmente incomprensible, como si
estuviera en una lengua olvidada o nunca aprendida del todo. Tampoco vieron, entre
una y otra película del cable, la que dirigió Leopoldo Torre Nilsson, donde Alfredo
15 Alcón, muy joven, representaba al guapo. Si esa película pasó por las pantallas, es
probable que haya sido eliminada por el oportuno control remoto. O sea que Un
guapo del novecientos no fue elegida porque algo de la obra se conectara sin
esfuerzo con el "mundo de los chicos", como suele alegarse cuando la escuela
decide ser obsecuente y oportunista.
20 Por el contrario, cuando se eligió Un guapo del novecientos, fue a contrapelo de ese
mundo, porque la escuela no debe ser sólo una prolongación de la vida cotidiana,
que fluye sin cortes entre la calle y el aula, sino un lugar donde la cultura cotidiana,
de algún modo, se interrumpe para que puedan entrar otra cultura, otros saberes y
otras actitudes. La escuela es lo otro del mundo del juego e idealmente debería ser lo
25 otro del mundo de la necesidad y la carencia. Los chicos van a la escuela porque
deben apropiarse de algo que es completamente diferente a ellos, a sus costumbres
y, en general, a sus inclinaciones trabajadas por los diferentes medios que consumen
tanto en Palermo Chico como en la villa. Si la escuela no ofrece los elementos para
realizar ese corte y no le da a los chicos algo distinto de aquello que traen de otra
30 parte, no está cumpliendo con su función. La escuela no debería ser el campamento
de una tribu infantil, una especie de reserva indígena donde se confunde respeto con
no intervención.
Por eso Un guapo del novecientos: porque a los chicos del siglo XXI, las formas de
la lealtad del siglo XIX y comienzos del XX les parecen las costumbres de un
35 pueblo extranjero; porque el guapo tiene que ser pensado en ese suelo remoto,
donde es posible también imaginar diferentes patrones de relación entre política,
lealtad y violencia. Y, lo que no deja de ser importante, porque los personajes de la
obra de Eichelbaum hablan una lengua que a los chicos educados en el teveñol
(español rioplatense desnutrido) les puede parecer curiosa y podría resultar
2
3. 40 interesante que la aprendieran. Con Un guapo del novecientos la escuela
deliberadamente funciona como una máquina que no replica la realidad de lo que
recibe, sino que construye, que intenta construir, contra todas las dificultades, una
experiencia diferente de las que se tienen en el mundo audiovisual, en el shopping o
en la pobreza. Al elegir Un guapo del novecientos, la escuela les dice a esos chicos
45 varias cosas: la primera es que allí, en la escuela, alguien toma por ellos decisiones
que ellos no están en condiciones de tomar por sí mismos (armar un programa de
lecturas no puede convertirse en un concurso de popularidad infanto-juvenil); en
segundo lugar, que ellos están en la escuela para salir con una cabeza transformada
por lo que aprenden, y no con un perfeccionamiento de lo que ya saben (¡hoy,
50 chicos, analizamos una canción que todos ustedes conocen!).
Por supuesto, para esto se necesita plata: o la tienen los padres, o la debe invertir el
Estado para los chicos cuyos padres no la poseen.
3
4. 2) http://www.lanacion.com.ar/1357018-los-videojuegos-tambien-una-fuente-de-aprendizaje,
13 de marzo de 2011.
Otra mirada sobre un pasatiempo moderno, una vía educativa informal.
Los videojuegos, también una fuente de aprendizaje
En 2002, un estudio del Departamento de Educación del Reino Unido, realizado a
estudiantes de entre 7 y 16 años, reveló que juegos de simulación como el SimCity y
el Roller Coaster Tycoon ayudan a desarrollar el pensamiento estratégico y las
habilidades de planeamiento.
5 En los Estados Unidos, la Asociación Nacional de Educación tiene, entre otras
funciones, la misión de catalogar información que los maestros necesitan para
incorporar los videojuegos como herramientas de enseñanza. En aquel país, más de
46 millones de chicos y adolescentes usan videojuegos. Para la Semana Nacional
del Ingeniero, los aspirantes a ingresar en carreras relacionadas con la ingeniería
10 participan de la Competencia de la Ciudad del Futuro de 2150, utilizando el
SimCity.
Por su parte, la Federación de Científicos Estadounidenses desarrolló el juego
Immune Attack para introducir a los jóvenes de secundaria y los primeros años de
las universidades en la biología celular y molecular, mediante un nanobot virtual. Es
15 gratis (…).
En la Argentina, hay muy pocos productos destinados al mercado educativo. Con
suerte se pueden hallar alguno de la lejana serie de El Conejo Lector o Pipo. Nada
más.
Sin embargo, existe una escuela que los hace: la ORT, donde se estudia para ser
20 bachiller en tecnología de la información y la comunicación (TIC), electrónica,
informática y otras especialidades técnicas. Sus autoridades explicaron a La Nación
cómo aplican los videojuegos creados por los alumnos para ayudar en la experiencia
educativa.
Marcos Berlatzky, coordinador de Tecnología Educativa, dijo: "El videojuego
25 puede servir como abordaje para materias como física y matemática, desarrollando
animaciones para cinemática o dinámica. O, como ejemplo, para aprender
programación. Es muy motivador".
Por su parte, Adrián Escandarani, director del Campus Virtual ORT, explicó
algunas de las aplicaciones creadas por los alumnos. "Se generó la simulación de un
30 conductor virtual de un auto con el teclado para explicar las leyes de Newton. En
otro caso, un alumno desarrolló una interfaz para poder manejar la computadora con
el control de la consola Wii y a eso le agregó un videojuego 3D." Otro ejemplo: un
tejo digital.
La coordinadora de alumnos de la orientación Informática y Medios Digitales,
35 Julieta Etkin, afirmó: "Los estudiantes juegan con los mismos videojuegos que
desarrollan. El autor recibe el feedback de sus compañeros. Y no sólo es programar,
también se utiliza Flash para las animaciones y se tratan las imágenes con
Photoshop. Se integra todo".
Berlatzky opinó que "los videojuegos didácticos no son automáticamente
40 adoptados. El resultado puede ser variado, no es un producto de mostrador. El rubro
4
5. educativo es muy pequeño con respecto al mercado comercial total".
Creo que hay una decisión del sistema educativo de abrirles las puertas a estas
nuevas herramientas", concluyó Etkin.
5
6. 3) "¿El opio de los pueblos?" de Eduardo Galeano, en Fútbol a sol y a sombra.
¿En qué se parece el fútbol a Dios? En la devoción que le tienen muchos creyentes
y en la desconfianza que el tienen muchos intelectuales.
En 1880, en Londres, Rudyard Kipling se burló del fútbol y de "las almas pequeñas
que pueden ser saciadas por los embarrados idiotas que lo juegan". Un siglo
después, en Buenos Aires, Jorge Luis Borges fue más que sutil: dictó una
conferencia sobre el tema de la inmortalidad el mismo día, y a la misma hora, en la
5 que la selección argentina estaba disputando su primer partido en el Mundial del '78.
El desprecio de muchos intelectuales conservadores se funda en la certeza de que la
idolatría de la pelota es la superstición que el pueblo merece. Poseída por el fútbol,
la plebe piensa con los pies, que es lo suyo, y en ese goce subalterno se realiza. El
instinto animal se impone a la razón humana, la ignorancia aplasta a la cultura, y así
10 la chusma tiene lo que quiere.
En cambio, muchos intelectuales de izquierda descalifican al fútbol porque castra a
las masas y desvía su energía revolucionaria. Pan y circo, circo sin pan:
hipnotizados por la pelota, que ejerce una perversa fascinación, los obreros atrofian
su conciencia y se dejan llevar como un rebaño por sus enemigos de clase.
15 Cuando el fútbol dejó de ser cosas de ingleses y de ricos, en el Río de la Plata
nacieron los primeros clubes populares, organizados en los talleres de los
ferrocarriles y en los astilleros de los puertos. En aquel entonces, algunos dirigentes
anarquistas y socialistas denunciaron esta maquinación de la burguesía destinada a
evitar las huelgas y enmascarar las contradicciones sociales. La difusión del fútbol
20 en el mundo era el resultado de una maniobra imperialista para mantener en la edad
infantil a los pueblos oprimidos.
Sin embargo, el club Argentinos Juniors nació llamándose Mártires de Chicago, en
homenaje a los obreros anarquistas ahorcados un primero de mayo, y fue un primero
de mayo el día elegido para dar nacimiento al club Chacarita, bautizado en una
25 biblioteca anarquista de Buenos Aires. En aquellos primeros años del siglo, no
faltaron intelectuales de izquierda que celebraron al fútbol en lugar de repudiarlo
como anestesia de la conciencia. Entre ellos, el marxista italiano Antonio Gramsci,
que elogió "este reino de la lealtad humana ejercida al aire libre".
6
7. 4) "Clorofila y bosta" (fragmento), por Mario Vargas Llosa, en Los cuadernos de don
Rigoberto.
Siento tener que decepcionarlo. Sus apasionadas arengas en favor de la preservación
de la Naturaleza y del medio ambiente no me conmueven.
Nací, he vivido y moriré en la ciudad y alejarme de la urbe, aun cuando sea por un
fin de semana, es una servidumbre a la que me someto a veces por obligación
5 familiar o razón de trabajo, pero siempre con disgusto. (...)
Entiendo que, a gentes como usted, un paisaje aliñado con vacas paciendo entre
olorosas yerbas o cabritas que olisquean algarrobos, les alboroza el corazón y hace
experimentar el éxtasis del jovenzuelo que por primera vez contempla una mujer
desnuda. (...)
10 Sé que ofendo sus más caras creencias, pues no ignoro que usted y los suyos –¡otra
conspiración colectivista! – están convencidos, o van camino de estarlo, de que los
animales tienen derechos y acaso alma, todos, sin excluir al anófeles palúdico, la
hiena carroñera, la sibilante cobra y la piraña voraz. Yo confieso paladinamente que
para mí los animales tienen un interés comestible, decorativo y acaso deportivo. (...)
15 Si así pienso de esos cuadrúpedos y pajarracos, ya puede usted imaginar los
humores que despiertan en mí sus susurrantes árboles, espesos bosques, deleitosas
frondas, ríos cantores, hondas quebradas, cumbres cristalinas, similares y anejos.
Todas esas materias primas tienen para mí sentido y justificación si pasan por el
tamiz de la civilización urbana, es decir, si las manufactura y transmuta –no me
20 importa que digamos irrealiza, pero preferiría la desprestigiada fórmula las
humaniza– el libro, el cuadro, el cine o la televisión. (...)
La Naturaleza no pasada por el arte o la literatura, la Naturaleza al natural, llena de
moscas, zancudos, barro, ratas y cucarachas, es incompatible con placeres refinados,
como la higiene corporal y la elegancia indumentaria.
25 Para ser breve, resumiré mi pensamiento –mis fobias, en todo caso– explicándole
que si eso que usted llama «peste urbana» avanzara incontenible y se tragara todas
las praderas del mundo y el globo terráqueo se recubriera de una erupción de
rascacielos, puentes metálicos, calles asfaltadas, lagos y parques artificiales, plazas
pétreas y parkings subterráneos, y el planeta entero se encasquetara de cemento
30 armado y vigas de acero y fuera una sola ciudad esférica e interminable (eso sí,
repleta de librerías, galerías, bibliotecas, restaurantes, museos y cafés) el suscrito,
homo urbanus hasta la consumación de sus huesos, lo aprobaría.
Por las razones susodichas, no contribuiré con un solo centavo a los fondos de la
35 Asociación Clorofila y Bosta que usted preside y haré cuanto esté a mi alcance (muy
poco, tranquilícese), para que sus fines no se cumplan y a su bucólica 1 filosofía la
arrolle ese objeto emblemático de la cultura que usted odia y yo venero: el camión.
1
Que evoca de modo idealizado el campo o la vida en el campo.
7
8. Unidad 2. El juguete rabioso, de Roberto Arlt. La inmigración y
el rol de los libros, de las lecturas, en la vida de un joven
5) http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-119729-2009-02-09.html, sección “El país”
del diario Página/12, 9/9/09.
En los últimos tres años, 700 mil personas pidieron la residencia desde Paraguay
y Bolivia, y también de Estados Unidos.
Entre el blanqueo y los nuevos arribos, Argentina sigue siendo un país receptor,
según Migraciones. El proceso derriba los mitos que se crean alrededor de la
inmigración sobre empleo, escolaridad y diferencias culturales.
En los últimos tres años pidieron su radicación en la Argentina nada menos que
700.000 personas, multiplicando por diez las cifras de los primeros años de la
década. Es cierto que el crecimiento económico hizo atractivo el país, sobre todo
para quienes provienen de países vecinos menos prósperos, pero la explosión de
5 radicaciones no tiene tanto que ver con entrada de extranjeros al país sino con un
inmenso blanqueo que permitió salir de la clandestinidad a centenares de miles de
personas que estaban ilegalmente en la Argentina. Por primera vez en décadas, la
cantidad de paraguayos que se instalan en la Argentina supera a la de los bolivianos,
lo que también se explica porque la llegada de Evo Morales al gobierno del vecino
10 país decidió a muchos hombres y mujeres del Altiplano a quedarse en Bolivia e
incluso a varios miles que vivían en la Argentina a retornar a su país. Los datos
demuestran un llamativo crecimiento de la radicación de colombianos –que parecen
dejar su patria por el conflicto político-social–, que sigue en aumento continuo la
llegada de peruanos y también que asciende la cantidad de chinos.
15 Asombrosamente, también se duplicó la cifra de norteamericanos que piden la
radicación. La política de regularización y puertas abiertas se exhibe también en
otro dato: en 2008, apenas 40 personas fueron expulsadas de la Argentina, casi todas
por antecedentes en materia de tráfico de drogas.
En los últimos tres años, se produjo la siguiente escalada:
20 –De 2900 paraguayos que pidieron la radicación en 2000, se pasó a 176.000 en
2006, 84.000 en 2007 y 35.000 en 2008. En los tres primeros años de la década se
radicaron 7000 paraguayos en la Argentina, en los últimos tres años, casi 290.000.
–La cantidad de bolivianos en la Argentina siempre duplicó y hasta triplicó a los
paraguayos. En los últimos tres años se radicaron dos paraguayos por cada
25 boliviano, aunque en 2008 pareció empezar a revertirse esa tendencia.
–El tercer grupo nacional es el de los peruanos, que quintuplicaron su presencia en
la Argentina. Ya se radicaron 140.000.
–La presencia de chinos, casi todos ellos de la provincia más pobre de ese país,
Fujian, siguió aumentando en forma constante, aunque parece cambiar la tendencia
30 en los últimos meses. (…)
–Los colombianos pasaron de presentar 500 radicaciones por año, a 5500 en 2008,
récord histórico absoluto. En Migraciones hay una nítida percepción de que la
cantidad aumenta en forma notoria. La lógica indica que se trata de personas que se
refugian frente a la situación que se vive en Colombia. El dato que mejor ilustra este
8
9. 35 cuadro es que la cantidad de colombianos que piden la radicación aumentó 203 por
ciento, comparada con toda la década, el máximo aumento de porcentaje registrado
entre todas las nacionalidades.
–Llama la atención el dato de que la cantidad de norteamericanos que pidieron su
radicación trepó al doble en los últimos años. No se trata obviamente de un
40 fenómeno masivo, pero en 2008 pidieron quedarse en el país 4173 oriundos del país
del Norte, también un récord histórico. En el consulado de Estados Unidos en
Buenos Aires resolvieron estudiar el fenómeno.
–En las calles parece haber una proporción alta de senegaleses. Las cifras
desmienten esa impresión. Apenas llegaron unos 350 en 2008, aunque en
45 Migraciones sospechan que existe algún tipo de organización que los trae para
sumarlos a la venta de artesanías.
–Hubo un momento, a principio de la década, en que fue notoria la presencia de
ucranianos. En 2000 y 2001, por ejemplo, iniciaron procesos de radicación casi
5000 personas originarias de Ucrania. Ahora esa oleada terminó: apenas llegaron
50 180 en 2008.
–Teniendo en cuenta que son países vecinos, no hay corrientes fuertes de
inmigración desde Uruguay, Brasil o Chile.
(…)
“La decisión de regularizar la situación de los inmigrantes fue esencialmente
política –explica Martín Arias Duval, director nacional de Migraciones (…)–. Si la
55 apuesta en el Mercosur es a formar un bloque en serio, como la Comunidad
Europea, es fundamental que todo ciudadano pueda vivir en cualquiera de los países
integrantes del bloque. Esto se estaba demorando por trabas en algunos países del
Mercosur, pero el gobierno nacional decidió avanzar igual. Además, el objetivo fue
sacar a la gente de la clandestinidad, evitar que sean víctimas de los traficantes de
60 personas, del trabajo esclavo y del enorme temor a que se los expulse (…). En toda
la política migratoria, además, tienen un lugar primordial los derechos humanos.”
Respecto de las objeciones que usualmente se ponen a los inmigrantes, desde el
Gobierno se señalan elementos objetivos:
–En todo el proceso de regularización, siguió bajando el desempleo en el país, es
65 decir que la supuesta competencia por los puestos de trabajo no cambió para nada la
tendencia. “Hemos visto, por ejemplo, en La Rioja, publicaciones en los diarios
sobre la necesidad de personas para que vengan a levantar la cosecha de aceitunas.
Lo mismo pasa con el ajo, la cebolla y un montón de otros cultivos. Hay aportes
fundamentales de inmigrantes en la construcción y así podríamos seguir
70 enumerando”, señala Arias Duval.
“Hemos estudiado también la cuestión de la criminalidad y de ninguna manera los
inmigrantes influyen en los índices existentes en el país”, completa el titular de
Migraciones.
–A raíz del programa Patria Grande, que permitió regularizar la situación de quienes
75 vienen del Mercosur ampliado, es decir de los cuatro países del bloque y de los que
adhirieron, se hizo una encuesta entre todos los que pidieron la radicación. La
inmensa mayoría son jóvenes, con buena instrucción y capacitación. Sólo el 17 por
ciento registra estudios primarios incompletos, un porcentaje que se parece bastante
al de quienes, del total, trabajan en el servicio doméstico: 23 por ciento.
9
10. 80 –Tampoco es cierto el estereotipo de que los inmigrantes viven en villas:
únicamente el seis por ciento vive en ranchos o casillas. El resto, en casas.
A diferencia de lo que ocurre en países europeos, en la Argentina no existe el
concepto de “procedimiento para cazar inmigrantes ilegales”. En las últimas
semanas, por ejemplo, se hicieron inspecciones en los llamados supermercados
85 chinos. En los que se detectaron personas sin documentación en regla, se sancionó
a los dueños, pero hubo asesoramiento y ayuda para que los indocumentados
regularicen su situación. “Por supuesto que sigue habiendo extranjeros que se
mantienen en la clandestinidad –señala Arias Duval–. Es por falta de información y,
sobre todo, porque existen organizaciones que los atemorizan. Les dicen que si van
90 a Migraciones serán encarcelados y expulsados. En todo 2008 iniciamos ante la
Justicia apenas 120 trámites de expulsión, fundamentalmente por antecedentes en
materia de venta de drogas.(…)”
Uno de los grandes interrogantes es cómo jugará la crisis global en las corrientes
migratorias desde y hacia la Argentina. La impresión es que las personas tienden a
95 arriesgar poco en situaciones como la actual y que no hay grandes movimientos
porque no existe certeza de que el lugar al que se pretende ir está mejor que el país
en el que uno nació. (…)
10
11. 6) "Los asombrosos libreros populares del Perú", por Rosa Montero, en El País Semanal,
28-09-2003
A finales de los años 70, hice varios reportajes sobre la sociedad peruana; estuve
repetidas veces en los pueblos jóvenes, eufemismo bajo el que se ocultan las
barriadas de miseria de Lima.
Ahora he atravesado de nuevo esos barrios malditos, y me he vuelto a sentir
5 sobrecogida. Lima tiene unos ocho millones de habitantes, y tal vez cinco o seis
millones vivan en ese cinturón misérrimo y terrible. Son colinas y colinas de
arenales grisáceos, resecos y polvorientos, apretadamente cubiertos por chabolas. Es
la fealdad y la desolación más absolutas, es un infierno que nunca acaba, porque una
enorme cantidad de personas ocupan una extensión abrumadora.
10 La mayor parte del mundo es así, y la protegida existencia que llevamos en nuestra
pequeña y rica esquina es una excepción, una anomalía. Viajar puede servir para
eso: para acercarse a lo real, a la verdad de las cosas. A veces viajar te enseña más
que un doctorado.
Y esa enseñanza no es sólo negativa, por supuesto. No sólo volvemos a aprender
15 que el mundo está lleno de miseria, por ejemplo, sino que además nos encontramos
con una vida poderosa, desnuda, la vida generosa y descomunal.
Y es que en mitad de toda esa mugre polvorienta, doscientos libreros se han
federado y han montado una feria permanente. Desde hace cinco años, y sin ningún
apoyo del Gobierno, estos libreros, que son gente modesta, incluso muy pobre, han
20 conseguido la increíble proeza de cubrir un solar con dos centenares de casetas
llenas a rebosar de libros de segunda mano. Hay de todo, desde manuales de textos
hasta obras literarias, desde volúmenes destrozados y comidos por el tiempo a
ejemplares bien conservados. Además de abrir las casetas todos los días, esta gente
increíble organiza ferias ambulantes por Perú. Meten un montón de libros en sus
25 camionetas y se van hasta los extremos más remotos de ese bello país.
Para mi visita habían organizado uno de los actos públicos más hermosos, por lo
auténtico, en los que he participado en toda mi vida.
Cuando nos marchamos, los libreros nos aplaudían desde sus casetas y se llevaban
la mano al corazón en señal de afecto. Seguramente no habían leído nunca nada
30 mío; aplaudían sólo porque soy escritora, sólo porque pertenezco a ese mundo
cultural al que ellos han entregado su vida, sólo porque son generosos, y esforzados,
y utópicos pero al mismo tiempo, tan reales. Y yo me fui con la certidumbre de que
era yo quien tenía que haberles aplaudido, por haberme permitido conocerles y por
haberme enseñado, una vez más, la maravillosa capacidad del ser humano para
35 sobreponerse a las circunstancias y crear una realidad más digna y más justa.
11
12. Unidad 3. Las cartas que no llegaron, de Mauricio Rosencof. La
literatura y el testimonio sobre las dictaduras
7) "Prólogo" de Eduardo Galeano, a Memorias del calabozo, de Mauricio Rosencof y
Eleuterio Fernández Huidobro.
Alguna vez, a lo largo de estos largos años, pudieron mirarse al espejo: vieron a
otro. Flacos como “fakires”, triturados por la tortura incesante, los “rehenes” de la
dictadura militar uruguaya anduvieron de cuartel en cuartel, condenados a la soledad
de calabozos poco más grandes que un ataúd. Nada de calabozos poco más grandes
5 que un ataúd. No podían hablar ni siquiera con las cosas. En las celdas no había
cosas, no había nada. Dormían sobre el helado suelo de hormigón, sobresaltados por
cualquier ruido de rejas o paso de botas que podía anunciar una nueva ronda de
torturas. A veces no les daban ni agua, y ellos bebían sus propios orines. A veces les
negaban comida, y ellos comían moscas, gusanos, papeles, tierra. A veces ocurría
10 un milagro: una ráfaga de aire fresco traía un aroma de naranjas por algún agujerito
de la ventana tapiada; o por el agujerito entraba un bichito de luz, o una pluma de
pájaro. Y a veces resonaba, en la pared, algún mensaje del preso vecino: un mensaje
dicho con los nudillos de los dedos.
Esta obra celebra una victoria de la palabra humana. Dos de los “rehenes”, Mauricio
15 Rosencof y el “Ñato” Fernández Huidobro, evocan en estas páginas su experiencia
en aquel reino del silencio y del terror. Cuentan cómo lograron salvar su condición
humana, prendidos a la vida “como la hiedra al muro”, contra un sistema que quiso
volverlos locos y convertirlos en cosas.
La comunicación, lograda por un improvisado código Morse, fue la clave de esa
20 salvación. Tamborileaban los dedos y así ellos reconquistaban el negado derecho a
la voz: a través del muro se daban aliento y consuelo, discutían, compartían
experiencias y delirios, gentes y fantasmas, recuerdos y sueños. Aquella música de
tamborcitos, aquellos ruiditos humildes, eran la mejor sinfonía de Beethoven; en
ellos resonaba la maravilla del universo. Prohibida la boca, hablaban los dedos.
25 Hablaban el lenguaje verdadero, que es el que nace de la necesidad de decir.
El encuentro entre Mauricio y el Ñato a través de la pared no sólo revela la fuerza
de dignidad y el poder de astucia de nuestros presos políticos: ese diálogo alucinante
es, además, el más certero símbolo del fracaso de un sistema que quiso convertir a
todo el Uruguay en un país de sordomudos.
12
13. UNIDAD 4. Florida y Boedo. La inmigración, ayer y hoy
8.a) "Una familia de inmigrantes por la Avenida de Mayo", de Alvaro Yunque (1924
Rumbo al oeste va por la Avenida
esta ruda familia de italianos.
A la cabeza el padre, un hombrachote
que lleva un chiquitín entre los brazos,
5 detrás de él dos muchachas, dos gringuitas
de trenzas rubias y de ojos garzos,
detrás la madre cuyo vientre elévase
con la promesa de algún nuevo vástago
y aún detrás cansadamente, marchan
10 dos chicuelos cogidos de la mano;
y golpean los rudos zapatones
y exhiben los vestidos aldeanos
aquellos inmigrantes que contemplan
todo con grandes ojos asombrados.
15 Y hay no se qué simpática energía
en esos rostros por el sol tostados,
en esos montañeses animosos
que del norte de Italia se arrojaron;
y se hunden ahora en Buenos Aires,
20 rumbo al oeste, con tozudo paso,
tal vez a dar con la fortuna, hallada
en lustros de dolores y trabajo,
o en lustros de trabajo y de dolores
tan sólo a dar con la miseria acaso.
13
14. 8.b) "Clandestino", de Manu Chao, cantautor francés (1998)
Solo voy con mi pena
Sola va mi condena
Correr es mi destino
Para burlar la ley
5 Perdido en el corazón
De la grande Babylon
Me dicen el clandestino
Por no llevar papel
Pa' una ciudad del norte
10 Yo me fui a trabajar
Mi vida la dejé
Entre Ceuta y Gibraltar
Soy una raya en el mar
Fantasma en la ciudad
15 Mi vida va prohibida
Dice la autoridad
Solo voy con mi pena
(…)
Perdido en el corazón
De la grande Babylon
20 Me dicen el clandestino
Yo soy el quiebraley
Mano Negra clandestina
Peruano clandestino
Africano clandestino
25 Marijuana ilegal
Solo voy con mi pena
(…)
Perdido en el corazón
(…)
14
15. UNIDAD 5. Ficciones, de Jorge Luis Borges. La mirada sobre el
pensamiento científico
9.a) "A boca de jarro", entrevista de Luis Aubele a Matías Alinovi, en La Nación, 25/10/09
"Muchos investigadores fuerzan la realidad" .
Una mandíbula, un resto de cráneo y un diente fueron los elementos que permitieron
a Charles Dawson, (…) arqueólogo aficionado, presentarse ante la prestigiosa
Sociedad Geológica de Londres en el otoño de 1913 y declarar que había
descubierto al Eoantropo, el hombre del alba. El antepasado de la humanidad, el
5 eslabón perdido, en una granja de Piltdown, en la región de Weald, en el sur de
Inglaterra. "Es el famoso caso del hombre de Piltdown, que abre mi Historia
universal de la infamia científica y que titulé "El hombre de Piltdown, o la tentación
del fraude patriótico", explica Matías Alinovi, licenciado en Ciencias Físicas de la
Universidad de Buenos Aires, escritor, traductor y periodista. (…)
10 "Alinovi es autor, además, de una Historia de la energía y de una Historia de las
epidemias; de una obra de teatro donde recrea resultados de la teoría de la
relatividad, La paradoja de los gemelos. Historia universal de la infamia científica
(imposturas y estafas en nombre de la ciencia) es su última obra.
–¿Cuándo se descubre el fraude de Charles Dawson?
15 –Cuarenta años más tarde, en 1953, cuando Dawson había fallecido. Los
investigadores descubrieron que los restos habían sido teñidos, limados, tallados y
enterrados en el pozo donde fueron hallados. Sin embargo, el descubrimiento de
Dawson fue apoyado por personajes importantes del mundo científico de la época
como Arthur Smith Woodward, director del Departamento de Geología del Museo
20 Británico de Historia Natural y presidente de la Sociedad Geológica. (…)
–¿Qué otros fraudes famosos desarrolla en el libro?
–El libro presenta seis historias de fraude científico, pero la elección es arbitraria.
Aparece, también, (…) el hombre de Miramar, o la teoría de Florentino Ameghino,
según el cual el primer hombre nació en la pampa (…).
25 –¿Por qué el hombre de Miramar?
–Miramar es el paraje donde se encuentran las mayores evidencias de la existencia
del Homo pampaeus, que habría aparecido durante la era terciaria y desde allí habría
emigrado al resto del mundo. La teoría causó un gran revuelo (…) en 1879 durante
el primer Congreso Internacional de Americanistas, realizado en París. En la actitud
30 de Florentino Ameghino (…) hay algo común a muchos investigadores: y es que
varios científicos fuerzan la realidad para demostrar su teoría (…).
–¿Un tema final?
–Pienso que tal vez haya una idea errónea de lo que denominamos divulgación
35 científica. Se cree que el modo de interesar al lector consiste en allanarle toda
dificultad, con explicaciones triviales y un estilo que remita a una realidad trivial. Es
un error porque uno puede interesarse también por lo que no entiende. Informar sin
remitir a ninguna realidad desconocida para el lector es informar para el olvido. La
15
16. literatura, como la ciencia, es en principio un acto de fe en la complejidad.
16
17. 9-b) “El idioma analítico de John Wilkins”, de Jorge Luis Borges (fragmento).
Esas ambigüedades, redundancias y deficiencias2 recuerdan las que el doctor Franz
Kuhn atribuye a cierta enciclopedia china que se titula Emporio celestial de
conocimientos benévolos. En sus remotas páginas está escrito que los animales se
dividen en (a) pertenecientes al Emperador, (b) embalsamados, (c) amaestrados, (d)
5 lechones, (e) sirenas, (f) fabulosos, (g) perros sueltos, (h) incluidos en esta
clasificación, (i) que se agitan como locos, (j) innumerables, (k) dibujados con un
pincel finísimo de pelo de camello, (1) etcétera, (m) que acaban de romper el jarrón,
(n) que de lejos parecen moscas.
2
Las de una obra que acaba de comentar
17
18. UNIDAD 6. La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa.
Los jóvenes y la elección de una carrera
10) Gabriel García Márquez, Vivir para contarla, autobiografía (2002), "Capítulo
1" (fragmento).
Desde el principio de la conversación me sentí ante el doctor con la misma edad que
tenía cuando le hacía burlas por la ventana, de modo que me intimidó cuando se
dirigió a mí con la seriedad y el afecto con que hablaba a mi madre. Cuando era
niño, en situaciones difíciles, trataba de disimular mi ofuscación con parpadeo
5 rápido y continuo. Aquel reflejo incontrolable me volvió de pronto cuando el doctor
me miró. El calor se había vuelto insoportable. Permanecí al margen de la
conversación por un rato, preguntándome cómo era posible que aquel anciano afable
y nostálgico hubiera sido el terror de mi infancia. De pronto, al cabo de una larga
pausa (…), me miró con una sonrisa de abuelo.
10 –Así que tú eres el gran Gabito –me dijo–. ¿Qué estudias?
Disimulé la ofuscación con un recuento espectral de mis estudios: bachillerato
completo y bien calificado en un internado oficial, dos años y unos meses de
derecho caótico, periodismo empírico. Mi madre me escuchó y enseguida buscó el
apoyo del doctor.
15 –Imagínese, compadre –dijo–, quiere ser escritor.
Al doctor le resplandecieron los ojos en el rostro.
–¡Qué maravilla, comadre! –dijo. Es un regalo del cielo. –Y se volvió hacia mí:
–¿Poesía?
–Novela y cuento –le dije, con el alma en un hilo.
20 Él se entusiasmó:
–¿Leíste Doña Bárbara?
–Por supuesto –le contesté–, y casi todo lo demás de Rómulo Gallegos.
Como resucitado por un entusiasmo súbito nos contó que lo había conocido en una
conferencia y le pareció un digno autor de sus libros. (…) la comunicación tan fácil
25 y cordial con el hombre que había sido el pavor de mi infancia me parecía un
milagro, y preferí coincidir con su entusiasmo. Le hablé de "La Jirafa" –mi nota
diaria en El Heraldo– y le avancé la primicia de que muy pronto pensábamos
publicar una revista en la que fundábamos grandes esperanzas. Ya más seguro, le
conté el proyecto y hasta le anticipé el nombre: Crónica.
30 Él me escrutó de arriba abajo.
–No sé cómo escribes –me dijo–, pero ya hablas como escritor.
Mi madre se apresuró a explicar la verdad: nadie se oponía a que fuera escritor,
siempre que hiciera una carrera académica que me diera un piso firme. El doctor
minimizó todo, y habló de la carrera de escritor. También él hubiera querido serlo,
35 pero sus padres, con los mismos argumentos de ella, lo obligaron a estudiar
18
19. medicina cuando no lograron que fuera militar.
–Pues mire usted, comadre –concluyó–. Médico soy y aquí me tiene usted, sin saber
cuántos de mis enfermos se han muerto por la voluntad de Dios y cuántos por mis
medicinas.
40 Mi madre se sintió perdida.
–Lo peor –dijo– es que dejó de estudiar derecho después de tantos esfuerzos que
hicimos por sostenerlo.
Al doctor, por el contrario, le pareció la prueba espléndida de una vocación
arrasadora: la única fuerza capaz de disputarle sus fueros al amor. Y en especial la
45 vocación artística, la más misteriosa de todas, a la cual se consagra la vida íntegra
sin esperar nada de ella.
–Es algo que se trae dentro desde que se nace y contrariarla es lo peor para la salud
–dijo él.
19
20. 11) Mario Vargas Llosa, "El cadete de la suerte", en El pez en el agua, (autobiografía) 2003.
En los años que viví con mi padre, hasta que entré al Leoncio Prado, en 1950, se
desvaneció la inocencia, la visión candorosa del mundo que mi madre, mis abuelos
y mis tíos me habían infundido. En esos tres años descubrí la crueldad, el miedo, el
rencor, dimensión tortuosa y violenta que está siempre, a veces más y a veces
5 menos, contrapesando el lado generoso y bienhechor de todo destino humano. Y es
probable que sin el desprecio de mi progenitor por la literatura, nunca hubiera
perseverado yo de manera tan obstinada en lo que era entonces un juego, pero se iría
convirtiendo en algo obsesivo y perentorio: una vocación. Si en esos años no
hubiera sufrido tanto a su lado, y no hubiera sentido que aquello era lo que más
10 podía decepcionarlo, probablemente no sería ahora un escritor.
Que yo entrara al Colegio Militar Leoncio Prado daba vueltas a mi padre desde que
me llevó a vivir con él. Me lo anunciaba cuando me reñía y cuando se lamentaba de
que los Llosa me hubieran criado como un niño engreído. No sé si estaba bien
enterado de cómo funcionaba el Leoncio Prado. Me figuro que no, pues no se habría
15 hecho tantas ilusiones. Su idea era la de muchos papás de clase media con hijos
díscolos, rebeldes, inhibidos o sospechosos de mariconería: que un colegio militar,
con instructores que eran oficiales de carrera, haría de ellos hombrecitos
disciplinados, corajudos, respetuosos de la autoridad y con los huevos bien puestos.
Como en esa época no se me pasaba por la cabeza la idea de ser algún día sólo un
20 escritor, cuando me preguntaban qué sería de grande, mi respuesta era: marino. Me
gustaban el mar y las novelas de aventuras, y ser marino me parecía congeniar esas
dos aficiones. Entrar a un colegio militar, cuyos alumnos recibían grados de
oficiales de reserva, resultaba una buena antesala para un aspirante a la Escuela
Naval.
25 Así que cuando, al terminar el segundo de secundaria, mi padre me matriculó en
una academia del jirón Lampa, en el centro de Lima, para prepararme al examen de
ingreso al Leoncio Prado, tomé el proyecto con entusiasmo. Ir interno, vestir
uniforme, desfilar el 28 de julio junto a los cadetes de la Aviación, la Marina y el
Ejército, sería divertido. Y vivir lejos de él, toda la semana, todavía mejor.
30 El examen de ingreso consistía en pruebas físicas y académicas, a lo largo de tres
días, en el inmenso recinto del colegio, a orillas de los acantilados de La Perla, y el
mar rugiendo a sus pies. Aprobé los exámenes y en marzo de 1950, días antes de
cumplir los catorce años, comparecí en el colegio con cierta excitación por lo que
iba a encontrar allí, preguntándome si no serían muy duros esos meses de encierro
35 hasta la primera salida. (Los cadetes del tercer año salían a la calle por primera vez
el 7 de junio, día de la bandera, luego de haber aprendido los rudimentos de la vida
militar).
Los "perros", alumnos de tercero de la séptima promoción, éramos unos trescientos,
divididos en once o doce secciones, según nuestra altura. Yo estaba entre los más
40 altos, de manera que me tocó la segunda sección. (En cuarto año me pasarían a la
primera). Tres secciones formaban una compañía, bajo el mando de un teniente y un
suboficial. El teniente de nuestra compañía se llamaba Olivera; nuestro suboficial,
Guardamino.
El teniente Olivera nos hizo formar, nos llevó a nuestras cuadras, nos distribuyó
45 camas y roperos –eran camas camarote y a mí me tocó la segunda de la entrada,
20
21. arriba–, nos hizo cambiar nuestras ropas de paisano por los uniformes de diario –
camisa y pantalón de dril verde, cristina y botines de cuero café– y, formados de
nuevo en el patio, nos dio las instrucciones básicas sobre el respeto, el saludo y el
tratamiento al superior. Y luego nos formaron a todas las compañías del año para
50 que el director del colegio, el coronel Marcial Romero Pardo, nos diera la
bienvenida. Estoy seguro de que habló de "los valores supremos del espíritu", tema
que recurría en sus discursos.
Luego nos llevaron a almorzar, en el enorme pabellón, al otro lado de una
explanada de césped en la que se paseaba una vicuña y donde vimos por primera
55 vez a nuestros superiores: los cadetes de cuarto y de quinto. Todos mirábamos con
curiosidad y algo de alarma a los de cuarto, pues serían ellos los que nos
bautizarían. Los perros sabíamos que el bautizo era la prueba amarga por la que
había que pasar. Ahora, acabando este rancho, los de cuarto se desquitarían con
nosotros de lo que les habían hecho a ellos, en un día como éste, el año anterior.
21
22. Unidad 7. El llano en llamas, de Juan Rulfo (selección). La
violencia en la sociedad, historia y presente
12) Julieta Martínez, Mónica P. Hernández y Javier Cabrera, “'Narcocorridos'”seducen a los
jóvenes", en El Universal, 01/03/2009.
En Baja California, Sinaloa y Durango, la “narcocultura” ha impactado
profundamente a la sociedad, en especial a adolescentes y niños, lo que se refleja
en una descomposición familiar.
La narcocultura, que gira en torno de épicos y triunfadores personajes al margen de
la ley, socavó ya la base social en estados del norte del país, por lo que las
autoridades pretenden contrarrestar sus efectos aplicando leyes más severas a la
difusión y uso de sus principales símbolos.
5 En estados como Baja California, Sinaloa y Durango, donde la actividad del crimen
organizado se ha incrementado, la llamada narcocultura ha impactado
profundamente los sectores sociales, principalmente a jóvenes y niños, lo que se
refleja en una descomposición familiar, advirtieron expertos en conducta.
Parte de ese impacto se atribuye a la difusión de música de corte norteño que reseña
10 la vida y muerte –real o ficticia– de personajes ligados al narcotráfico, que termina
por influir a jóvenes y niños que sueñan con emularlos en poder, dinero y armas,
indicó el investigador universitario en conductas sociales Tomás Guevara Martínez.
Pero también contribuye a ello el surgimiento de prácticas como el culto a la
15 llamada Santa Muerte, que se da en sectores de la población involucrados en
actividades marginales, o como sucede con los seguidores del protector de narcos
Jesús Malverde, en el norte y noroeste del país.
Sueños de poder
“La narcomúsica conlleva la intención de presentar como personajes épicos y
20 triunfadores a quienes viven al margen de la ley. Las reseñas de la vida delictiva,
muerte o captura de hombres y mujeres ligados a la delincuencia organizada, son
escuchadas en forma estridente por jóvenes a bordo de camionetas Hummer, Lobo o
poderosas 4x4”, añadió el experto.
En Sinaloa, esa música fue desterrada por presión de las autoridades a las estaciones
25 de radio y televisión desde enero de 2001, como parte de un programa de combate
al tráfico de drogas, pero encontró otras alternativas de divulgación a través de su
reproducción masiva en casetes y CD para consumo particular.
“Narcohazañas” hasta en transportes
Actualmente, en Sinaloa y Durango no hay fiesta de pueblo, cumpleaños, boda o
30 convivio, donde no sea interpretada esa música y desde su prohibición se
comercializa de manera masiva en puestos semifijos con las más recientes historias
de los que han caído o son capturados en enfrentamientos con el Ejército.
“En Baja California, la difusión de narcocorridos ha proliferado en el transporte
público, autobuses, taxis y calafias (microbuses)”, en los que según el regidor de
35 Tijuana, Luis Moreno Hernández, del Partido Encuentro Social (PES), “los
22
23. conductores los escuchan a todo volumen”.
El regidor puso como ejemplo el testimonio de un adolescente de 16 años,
integrante de una célula de cártel de Sinaloa jefaturada por Víctor Serrano Galván
El G1, y que admitió haber admirado a los narcotraficantes a través de los corridos.
23
24. UNIDAD 8. Boquitas pintadas, de Manuel Puig. Los sentimientos
y la intimidad: su expresión en los medios
13) Enrique Pinti, "No entiendo, hermano", en La Nación Revista, 13/03/2011, por Enrique
Pinti, actor.
¡Qué feo es quedarse afuera y no entender lo que pasa a nuestro alrededor! Es una
sensación de aislamiento y alienación. Sobre todo cuando se trata de cosas que una
respetable mayoría parece comprender y que han sido asimiladas por diversas
sociedades muy distintas entre sí. Y no es que uno quiera saberlo todo e incorporar
5 cuanta moda irrumpa en este atribulado mundo donde nos obligan a consumir
pavadas y extravagancias muy ajenas a nuestras verdaderas necesidades. Es que al
ver el éxito masivo de ciertas experiencias y formatos, especialmente en el
glamoroso universo del entretenimiento, uno no puede resistir la tentación de
sumarse al montón y disfrutar como los otros lo hacen.
10 Pero no es tan fácil como puede parecer. En primer lugar, hay que modificar
sistemas internos de comunicación que a ciertas edades resulta muy difícil cambiar.
La educación recibida y los usos y costumbres de la época en que comenzamos a
formar nuestra personalidad son barreras rígidas que no todos estamos dispuestos a
violar. ¿Cómo entender las reglas del Gran Hermano, por citar un ejemplo? ¿Cómo
15 puede entrar en la cabeza de veteranos criados en la creencia de que sólo la verdad
nos hará libres? ¿Cómo resolver esas realidades que toman formas de ficción cada
vez que a los participantes se les ocurre desarrollar estrategias para ganar un
premio?
A primera vista todo parece normal. Se junta un grupo heterogéneo de jóvenes (¿Por
20 qué no viejos? ¡Vaya uno a saber!). Este grupo en general sólo es diverso en
apariencia, porque la mayoría de las veces sus integrantes son absolutamente
homogéneos en el lenguaje, modo de vestir y desenfado sexual, con escenas bajo las
sábanas que producen variados efectos en la audiencia. Se les explican las reglas y
ellos parecen entenderlas, cosa que no logra este dinosaurio que escribe.
25 Como en el juego del truco se miente, se traiciona y se hacen señas y trampas, pero
el encierro obligatorio durante meses hace que afloren todo tipo de sentimientos
negativos, que van desde la broma pesada a los accesos de llanto convulsivo o de las
agresiones físicas y verbales a las confesiones desgarradoras.
Lo que este vejete no puede terminar de comprender son los sesudos debates de
30 periodistas que dicen entender el juego y sin embargo se enganchan en cuestiones
morales. Juzgan a esos aspirantes a los quince minutos de gloria como si fueran
criminales de guerra o héroes nacionales. Emplean horas y horas de aire televisivo o
radial y decenas de páginas de diarios y revistas para alabar, burlar, destruir o
debatir conductas que no resisten el más mínimo análisis y que responden al viejo
35 impulso de pisar cabezas para llegar al éxito. Son algo así como la legalización
mediática del engaño y la traición, pasiones que existen y han existido siempre en la
realidad y que ahora se convierten en negocio y exhibicionismo.
Lo curioso, o no tanto, es que estos formatos no nacen en países subdesarrollados ni
tampoco en los Estados Unidos: se originan en la antigua, culta, progresista,
40 equilibrada y liberal Holanda, ejemplar en muchos aspectos y sorprendentemente
24
25. mediocre en otros (…). Si me hubieran dicho hace treinta años que ese país iba a
producir el Gran Hermano no lo hubiera creído. Prejuicios que uno tiene, ¿qué le
vamos a hacer?.
Lo concreto es que sigo sin entender a qué conduce ofrecer puertas de entrada a la
45 fama y notoriedad que no tengan que ver con las condiciones, el talento, la
vocación, la inspiración, el estudio y la disciplina, creando universos falsos,
cerrados, claustrofóbicos y asfixiantes. Algunos superan esa etapa y pueden
encarrilar sus vidas. Otros, la mayoría, caen en la depresión al perder esa fama puro
cuento que el juego les dio. Eso no lo puedo aceptar, es como hacerles vivir el
50 paraíso y mandarlos al infierno en seis meses. Los pibes no se lo merecen.
25
26. 14) Carmen Pérez Lanzac y Reyes Rincón, "Tu 'extimidad' contra mi intimidad" en El País,
24/3/2009.
El auge de la telerrealidad y las redes sociales ha cambiado la forma de entender
lo privado
"La primavera me altera" (…). "José Manuel se ha unido al club de fans de
Gracita Morales". "Resacón, resacón...". (…)
La página de inicio de cualquier usuario de una red social como Facebook (…)
es un rosario de pequeñas dosis de la vida íntima (…). Reflexiones,
5 recomendaciones, fotos u ocurrencias, casi todas bastante pensadas. Al fin
y al cabo la van a poder ver todos nuestros amigos (y nosotros las suyas).
Este intercambio de intimidades nos gusta, de ahí que su éxito haya sido
arrollador.
En España, unos 13 millones de personas forman parte de alguna de estas
comunidades virtuales (…) aunque la cifra crece a un ritmo del 20%. Si pregunta a
10 los asiduos obtendrá respuestas en esta línea: "Es una buena manera de enseñar lo
que quieres de tu vida a los demás". "Me divierte saber qué hace la gente que
conozco". "Me da la sensación de que estoy mucho más conectada al mundo". "Es
una ventana indiscreta desde la que mirar sin ser visto". "Es un pequeño gesto de
exhibición".
15 La masificación de las redes sociales ha generalizado un concepto que los expertos
llaman extimidad, algo así como hacer externa la intimidad, y que tiene su origen en
el auge de los reality shows y de la Web 2.0 (blogs, fotologs, redes sociales...). (…)
Y mientras los usuarios aprenden a manejar una herramienta que ha entrado en sus
20 vidas como un alud (si pongo este comentario en Facebook, ¿le sentará mal a
Fulanito?; si subo esta foto, ¿la acabará viendo mi ex?; ¿realmente quiero que todos
mis amigos se enteren de que de niño me encantaba Europe?), los psicólogos están
viviendo su propio quebradero de cabeza analizando los cambios con que, movidos
por las nuevas tecnologías, construimos nuestra identidad. (…)
25 Los expertos han cogido prestado el término extimidad de Jacques Lacan aunque lo
usan con un significado diferente que el psicoanalista francés. Una de las primeras
en tratar el fenómeno fue la antropóloga argentina Paula Sibilia, autora del
ensayo La intimidad como espectáculo (Fondo de Cultura Económica). "Me llamó
la atención que se describieran los blogs como diarios íntimos. ¿Cómo van a ser
30 íntimos si se publican en Internet (…) ¿Qué está pasando para que la intimidad haya
dejado de ser ese valor tan preciado de los siglos XIX y XX? (…).. Cada vez nos
definimos más a través de lo que podemos mostrar y que los otros ven (…)".
"Cosas que antes se entendía (…) que el individuo vivía de forma retirada (…),
ahora se viven de cara de los espectadores, a sabiendas de que van a ser leídas o
35 vistas", explica José Errasti, profesor de Psicología en la Universidad de Oviedo.
"Pero la extimidad no consiste exclusivamente en mostrar lo que está dentro, sino
que al hacerlo también construyes de otra forma lo que está dentro. Un ejemplo: los
concursantes de Gran Hermano al saberse observados sienten de forma distinta que
26
27. si no fueran mirados. No están impostando; sencillamente cuando somos observados
40 sentimos cosas diferentes".
"Al igual que en Gran Hermano, en las nuevas relaciones personales mediadas por
el ordenador, las emociones se practican con otra lógica (…) . Antes, los factores
por los que uno triunfaba o era aceptado en un grupo eran lo que uno decía, o si
resultaba ingenioso, etcétera. En la actualidad, una forma de triunfar son las
45 imágenes que cada uno presenta de sí mismo ante los demás. Constantemente se
alaba ser especial, diferente, único. El problema es que esta nueva forma de
entender las emociones está sometida a la selección del éxito de las audiencias.
Antes, cuando yo vivía las emociones solo en mi casa, sentía una cosa u otra, pero
ahora variará en función del éxito que ante los demás tengan esos sentimientos. Si
50 yo tengo sensaciones emocionales, seguramente venza en términos de audiencia a
alguien más anodino. (…).
La red social Tuenti, la preferida de los más jóvenes, se ha situado en el centro de la
actualidad en las últimas semanas por su implicación en el caso de Marta del
Castillo. Como tantas otras, la pandilla de la joven sevillana había encontrado en
55 esta red social una buena forma de estar en contacto. La propia Marta (…) hasta el
día de su desaparición, intercambió fotos y mensajes con sus amigos, entre ellos los
ahora detenidos por matarla y deshacerse de su cadáver. La chica acumuló en su
página más de mil fotos. Imágenes que, desde que se conoció su ausencia, salieron
de su red privada a decenas de web creadas para apoyar su búsqueda. Y de ahí, a la
60 mayoría de medios de comunicación. El fenómeno se desbordó cuando la policía
detuvo a tres de los amigos de Marta, y sus charlas privadas, plagadas de guiños
cariñosos y piques adolescentes, se hicieron públicas (…).
La situación obligó a la fiscalía de Sevilla a ordenar el cierre de los perfiles de
Tuenti de Marta y de El Cuco, el menor detenido, y mostró la otra cara de estas
65 nuevas herramientas (…).
No todos los que nos rodean se han subido al carro de esta nueva extimidad con la
misma entrega que los adolescentes. Nos encontramos en un momento de transición
entre dos formas de entender la intimidad (…). "La intimidad tal como la hemos
entendido en los últimos dos siglos también es un producto social en el que hemos
70 sido educados", apunta Errasti. "Hace siglos las emociones también se vivían de
forma muy pública. En la sociedad medieval estaban las plañideras (…). La
intimidad como se entendía en los siglos XIX y XX sigue existiendo, por supuesto,
pero para un porcentaje creciente de gente ya no es la forma más importante de vivir
su identidad. La extimidad le está haciendo a la intimidad algo parecido a lo que el
75 teléfono móvil le ha hecho al fijo: siguen existiendo teléfonos fijos, siguen
usándose, pero están empezando a dejar de ser el prototipo de teléfono".
¿Adónde nos llevan estos cambios? "Es difícil decir qué va a pasar", explica la
antropóloga Paula Sibilia. "Seguramente no será nuestra generación quien mejor lo
explique porque nos ha cogido en medio. Yo nací sin móvil, correo electrónico ni
80 Internet. (…) Son tantos cambios y tan profundos que serán más visibles en la nueva
generación. Yo prefiero verlo con optimismo. Quizá esta nueva forma nos libere de
algunas de las trabas morales que arrastramos".
"Nadie sabe hacia dónde nos llevan estos cambios al igual que este cambio no lo
27
28. había previsto nadie", interviene José Errasti (…). " Lo que sí sabemos es que el
85 voyeurismo emocional produce mucha tolerancia y sucede como con las drogas: que
cada vez hay que ir subiendo la dosis. Hace 10 años la primera edición de Gran
Hermano congeló al país. Hoy en día ese programa aburriría (…). Los
programadores televisivos han tenido que ir subiendo mucho la dosis para que la
gente siga viendo la televisión". (…)
28