2. Uno de los inconvenientes más graves de las escuelas es su falta de
flexibilidad a la hora de enseñar una habilidad práctica. Los maestros
presentan el material de cierta forma, generalmente una combinación de
conferencia, indicaciones en la pizarra, textos y hojas de ejercicios y, si
los alumnos no comprenden, es problema de los alumnos, no del docente.
Pero, como ya hemos visto, los niños aprenden de variadas maneras y,
para que el conocimiento penetre, necesitan que se les enseñe a su
manera.
Thomas Armstrong
3. Desde la etapa de educación infantil, los niños están muy individualizados, algunos de forma más
marcada que otros, por un tipo de relaciones de competencias y de formas de ser. Unos se
mantendrán estables y otros evolucionarán, a veces, de manera sorprendente, sin embargo, es
posible diferenciar su forma de abordar una determinada tarea.
Todos los aprendices a los que damos clase tienen
su asignatura preferida, sus profesores preferidos,
y les resulta más fácil concentrarse en algún tipo
de tareas que en otras. La razón es que presentan
diferencias en sus perfiles psicológicos y tienen
diferentes estilos de aprender, mientras los
profesores tienen diferentes maneras de
enseñar. De esa interacción entre variables nacen
muchos aciertos y errores pedagógicos que, a
veces, llevan a muchos aprendices a tener
problemas de rendimiento académico.
4. Se puede distinguir fácilmente al que es preciso, lógico y
posee un vocabulario amplio, del que es minucioso,
prudente y apegado a su territorio en la clase, que
defiende y protege con celo.
Algunos aprendices son más reservados e individualistas
que otros que tienen la necesidad de sentirse aceptados y
valorados y no pueden trabajar o asumir
responsabilidades solos. Otros son distraídos y soñadores,
poco atentos a las instrucciones, pero a veces nos
asombran con sus descubrimientos intuitivos o sus
preguntas.
El educador que quiera ayudar a triunfar al mayor número
posible de los aprendices de su clase debe reconocer sus
necesidades, su forma de ser, y poner de manifiesto su
manera de aprender.
5. Cada uno de nosotros tenemos nuestra forma preferente de
adquirir conocimientos. Por eso, el educador que quiere poner a
sus alumnos en buenas condiciones para aprender, debe
adaptar su pedagogía a las preferencias de estos, para
garantizar una mejora en su proceso de adquisición del
conocimiento.
Una vez reconocido esto, ¿tiene sentido ofrecer el mismo tipo de
estímulos a todos, sin prestar atención a sus diferencias?
Evidentemente no, por eso necesitamos un repertorio de ideas y
estrategias que nos ayuden a dar la clase de forma que
lleguemos a todos sus “cerebros”, a su personal estilo de
aprendizaje.
6. Para el profesor es importante que las situaciones de aprendizaje
permitan que todos estos tipos de aprendices adquieran sus
conocimientos de tal modo que se respete su personalidad.
Existen varias teorías o tipologías sobre el estilo de aprendizaje: el Perfil de
Tipos Psicológicos de Myers Briggs, que se deriva de los estudios de Carl
Jung, la Tipología comportamental del Herrmann, el Inventario de estilos
de aprendizaje de Kolb, el modelo VAK (visual-auditivo-kinestesico), el
modelo de aprendizaje de Gregorc, el Inventario de estilos de
aprendizaje de Dunn y Dunn, el modelo de Honey y Mumford, etc.
7. A la vista de esta diversidad de modelos y
clasificaciones, es comprensible que el
profesor pueda sentirse abrumado. Sin
embargo, para garantizar que atendemos
los diferentes estilos de aprendizaje, lo
que se necesita es proporcionar
situaciones de aprendizaje que ofrezcan
información diversa.
8. De este modo, el profesor podrá atender naturalmente a
distintos tipos de personalidad y de preferencias de aprendizaje.
La variedad en el uso de recursos y estrategias de estudio que más se
acerquen a su modalidad reforzará su aprendizaje, haciéndolo más
efectivo, a la vez que garantiza, de alguna manera, que a cada
aprendiz le llega la información por su vía preferida.
A pesar de no existir un concepto unívoco sobre los denominados
“estilos de aprendizaje”, sí existe la firme creencia de que los
diferentes estilos reflejan operaciones cognitivas básicas y
elementos de la personalidad que cada uno emplea de forma
diferente en su relación con el entorno.
9. Es decir, cada persona posee y desarrolla, fruto de la interacción socio-cognitiva,
una forma peculiar de pensar, sentir y actuar. Por ello, se podrían definir como
procedimientos generales de aprendizaje, integrados por componentes cognitivos,
afectivos y conductuales que empleamos de forma diferenciada para resolver
problemas en distintos contextos.
Como ejemplo y porque es un modelo que tiene en cuenta los aspectos emocionales
relacionados con el aprendizaje es la tipología del modelo de Honey y Mumford.
Los estilos de aprendizaje propuestos por ellos son cuatro: teórico, pragmático,
reflexivo y activo. A partir de la descripción de los cuatro estilos, Alonso, Gallego y
Honey crearon una lista de características que determinan con claridad los campos
de destreza de cada estilo, recogida en el “Cuestionario Honey-Alonso”.
10. Los aprendices teóricos adaptan e integran las observaciones que realizan
en teorías complejas y bien fundamentadas lógicamente. Piensan de forma
secuencial y paso a paso. Tienden a ser perfeccionistas. Les gusta analizar y
sintetiza la información y en su sistema de valores premia la lógica y la
racionalidad.
Los teóricos aprenden mejor a partir de modelos o teorías y con ideas y
conceptos que presentan un desafío, y se encuentran mucho más cómodos
cuando tienen la oportunidad de preguntar e indagar.
Por otro lado, les cuesta más aprender con actividades que impliquen
ambigüedad e incertidumbre, en situaciones que enfatizan las emociones y
cuando tienen que actuar sin un fundamento teórico.
Estilo téórico
1.
11. Preguntas clave para los teóricos
¿Habrá muchas oportunidades de preguntar?
¿Los objetivos y las actividades del programa revelan una estructura y
finalidad clara?
¿Encontraré ideas y conceptos complejos capaces de enriquecerme?
¿Son sólidos y valiosos los conocimientos y métodos que van a utilizarse?
¿El nivel del grupo será similar al mío?
12. Su punto fuerte es la experimentación y la aplicación de las ideas, teorías y
técnicas nuevas, y comprobar si funcionan en la práctica. Los problemas
son el desafío y siempre están buscando una manera mejor de hacer las
cosas.
Tienden a ser impacientes. Aprenden mejor con actividades que relacionen
la teoría y la práctica, cuando ven a los demás hacer algo y cuando tienen la
posibilidad de poner en práctica inmediatamente lo que han aprendido.
Y presentan más dificultades, cuando lo que les enseñan no se relaciona con
sus necesidades inmediatas ni con aquellas actividades que no tienen una
finalidad aparente y cuando lo que hacen no está relacionado con la
realidad.
2. Estilo pragmático
13. Preguntas clave para los pragmáticos
¿Habrá posibilidades de practicar y experimentar?
¿Habrá suficientes indicaciones prácticas y concretas?
¿Se abordarán problemas reales y me ayudará a resolver algunos de mis
problemas?
14. Los aprendices reflexivos tienden a adoptar una posición de observador
que analiza sus experiencias desde muchas perspectivas distintas.
Anteponen la reflexión a la acción. Recogen datos y los analizan
detalladamente antes de llegar a una conclusión. También consideran todas
las alternativas posibles antes de tomar una decisión.
Aprenden mejor cuando pueden hacer proposiciones, analizar la situación, y
cuando pueden pensar antes de actuar. Sin embargo, les cuesta más
trabajo cuando se les fuerza a convertirse en el centro de la atención o se
les mete prisa para hacer una actividad y no pueden planificarla
previamente.
3. Estilo reflexivo
15. Preguntas clave para los reflexivos
¿Tendré tiempo suficiente para analizar, asimilar y preparar?
¿Habrá oportunidades y facilidad para reunir la información pertinente?
¿Habrá posibilidades de escuchar los puntos de vista de otras personas,
preferiblemente con distintos enfoques y opiniones?
¿Me veré sometido a presión para actuar precipitadamente o improvisar?
16. Los aprendices activos se involucran totalmente en las experiencias nuevas.
Disfrutan el momento presente y se dejan llevar por los acontecimientos. Suelen
ser entusiastas ante lo nuevo y tienden a actuar primero y pensas después en las
consecuencias.
Llenan sus días de actividades y, tan pronto baja la emoción en una de ellas, se
lanzan a la siguiente. Les aburre ocuparse de planes a largo plazo y consolidar los
proyectos, les gusta trabajar rodeados de gente, pero siendo el centro de las
actividades.
Aprender mejor si las actividades son variadas y suponen un desafio, en
actividades cortas y en situaciones de crisis. En cambio, su rendimiento es menos
eficaz cuando tienen que adoptar un papel pasivo o cuando analizan e interpretan
datos o tienen que trabajarsolos.
4. Estilo activo
17. Preguntas clave para los activos
¿Aprenderé algo nuevo, es decir, algo que no sabía o no podía hacer antes?
¿Habrá una amplia variedad de actividades?
¿Se aceptará que intente algo nuevo, cometa errores, me divierta?
¿Encontraré algunos problemas y dificultades que signifiquen un reto para
mi?
¿Habrá otras personas de mentalidad semejante a la mía con las que pueda
dialogar?