El documento habla sobre la importancia de planificar la estrategia laboral a mediano y largo plazo, estableciendo objetivos y etapas. Señala que los diseñadores viven de proyectar pero no proyectan su propia carrera. Explica que el portfolio demuestra habilidades y conocimientos a clientes potenciales. Finalmente, propone una estrategia inicial en cuatro etapas: crear una base de datos de clientes potenciales, enviarles correo, realizar un seguimiento telefónico y entrevistas personales para escuchar sus necesidades