El hombre veía estrellas de mar varadas en la playa debido a la marea baja y las arrojaba de nuevo al mar para evitar que murieran fuera del agua. Un observador cuestionó la utilidad de su acción dado el gran número de estrellas, pero el hombre respondió que aunque su gesto parecía insignificante, para cada estrella significaba la diferencia entre la vida y la muerte.