El estrés se produce por la pasividad, el conformismo, el desconocimiento de los sentimientos y necesidades propias, y la baja autoestima. Se puede manejar estableciendo prioridades, administrando el tiempo bien, descubriendo actividades placenteras, aceptando lo que no se puede cambiar, haciendo ejercicio, comiendo saludablemente, respirando para relajarse, y comunicándose con los demás.