La validez, fiabilidad, objetividad y sensibilidad son cualidades básicas que debe tener una prueba. La validez se refiere a si una prueba mide realmente lo que pretende medir. La fiabilidad es la precisión y consistencia de los resultados de una prueba. La objetividad significa que los resultados no deben depender del examinador. Y la sensibilidad es la capacidad de una prueba para detectar pequeños cambios.