El poema describe la belleza de la tierra chilena, comparándola con Lía y Raquel por su hermosura. El hablante expresa su amor por la tierra chilena, describiendo sus paisajes verdes, dorados y rojos. Manifiesta que la tierra se siente feliz cuando sus habitantes bailan sobre ella, haciéndola "gemir" de alegría. Finalmente, dice que por ahora solo quieren danzar sobre la tierra, ya que mañana trabajarán en mejorarla con viñedos y pueblos.