El fascismo italiano surgió en la década de 1920 en respuesta a la crisis económica y la inestabilidad política en Italia luego de la Primera Guerra Mundial. Benito Mussolini y su Partido Nacional Fascista ganaron popularidad con un discurso nacionalista que promovía el racismo, el anticomunismo y la superioridad militar. Para la década de 1930, Mussolini había establecido un régimen autoritario en Italia y se había aliado con la Alemania nazi de Hitler. El fascismo italiano jugó un papel importante en el estallido de