Este documento presenta una lección bíblica sobre la fe que obra. Explica que la fe genuina es confiar en Dios y obedecerle, mientras que la fe falsa es solo creer intelectualmente sin obedecer. La fe salvadora es creer que Jesús pagó por los pecados en la cruz, mientras que la fe no salvadora cree que las buenas obras pueden salvar. La fe crece a través de la oración, el estudio de la Biblia y la obediencia.