Este documento discute cómo la fe cristiana requiere salir de la zona de confort y aceptar desafíos que fortalezcan la fe. Explica que la fe crece cuando dependemos de Dios en situaciones difíciles en lugar de cuando todo fluye sin problemas. También sugiere que Dios pone a las personas en situaciones que las preparan para planes mayores, pero se necesita fe para aprovechar esas oportunidades a pesar de la incertidumbre.