La fe y la confianza tienen el mismo significado en la Biblia. Ambas implican tener plena confianza en Dios y actuar según lo que Él ha dicho, aunque parezca absurdo para los demás. La fe debe cuidarse y mantenerse para conservar las conquistas espirituales y protegerse de la duda. La verdadera fe incluye confiar completamente en que Dios nos ha dado la vida eterna a través de Cristo.