Este documento discute la capacidad humana de reflexionar sobre preguntas fundamentales como el origen y propósito de la existencia. Argumenta que aunque haya múltiples respuestas a estas preguntas, es importante el diálogo para descubrir la verdad sobre el hombre y su dignidad. Finalmente, cita al Papa Juan Pablo II diciendo que la fe y la razón son como dos alas que permiten al espíritu humano elevarse hacia la contemplación de la verdad y conocer a Dios.