La cooperación surge de la necesidad de los individuos de trabajar juntos para alcanzar metas comunes. Cuando los jugadores de fútbol cooperan comunicándose bien entre sí, pueden anotar goles y ganar el partido. Aunque a veces surgen egocentrismos, la cooperación verdadera debe ser pacífica, social, buscar fines comunes y ser libre y espontánea. La cooperación conduce a una vida plena y feliz para todos al obtener bienestar a través de lo material y lo emocional, no solo enfocándose en el éxito.