Mi encuentro con el pintor Augusto Ferrer Dalmau, uno de los mejores artistas bélicos del mundo y que pronto acompañará en el frente a las tropas de una ex república soviética

1. e aventura en el frente arma-
doconunlápizyescudadotras
una libreta. Toma apuntes,
memoriza a trazos y bosqueja
instantes en silencio. Con la
adrenalinaerizandoelespina-
zo,haasistidoahorroresytris-
tezas que ni las televisiones
imaginan.“Meguardoalgunascosasquehevisto”,ata-
ja. Lleva ya años, se diría que metafóricos siglos, re-
tratandolamalencaradacaradelaguerra.Niesrepor-
tero ni fotógrafo ni siquiera soldado raso. Augusto
Ferrer Dalmau (Barcelona, 20 de enero de 1964)
pinta escenas de batallas, de hoy y de siempre, con
tal poesía hiperrealista que ni trillones de píxeles se
aproximarían a su mirada. “Hay pintores que calcan
fotos. Eso me parece un fraude, no transmites prácti-
camentenada.Yoreconstruyocosasquenosepueden
fotografiar”, opina. Lo mismo se planta en los Ter-
cios de Flandes o Rocroi, 1643, que patrulla in pectore
juntoanuestrastropasenelMugatafganodeantesde
ayer. Su celebrado cuadro La patrulla (200 x 140 cm.
2012) se expone en el Museo de Ejército de Toledo.
Charlan de él en los cenáculos como el mejor
artista militar en décadas, y sigue Dalmau la estela
–poco frecuentada por artistas contemporáneos– de
Brugada, Fortuny o Cusachs para traducir a óleo las
guerras carlistas, el desastre de Annual de 1921, la
gloria en San Marcial contra Napoleón en 1813. Des-
tilan romanticismo sus cuadros, ecos de la calma con
fatum inevitable de un Gericault o un Delacroix, en-
vueltosenhumotamizadoytierraensangrentada.Los
caballos,entodoslosescorzosimaginables,otradesus
especialidades.“Hayquesabermontarparapoderpin-
tarlos.Sonmuycomplicados,suscolores,lascapas,los
brillos. Meissonier [pintor francés, 1815-1891] los re-
trataba muy bien”, explica.
Los equinos son una gozosa constante en su obra.
De hecho, un retrato ecuestre destaca en su antolo-
gía:unadolescenteJuanCarlosI,entoncescadeteenla
AcademiaGeneraldeZaragoza,montandolagrupade
un alazán. Acabado este mismo año, hoy se expone
en el Museo de la Guardia Real de El Pardo. “La últi-
ma vez que coincidí con el Rey, antes de la abdicación,
estaba muy machacado el pobre. Me negué a retratar-
lo de modo anacrónico, en un caballo blanco, por eso
le pinté en la época que realmente montó, de ca-
dete.Quedóelegante,muybritish.Elnuevorey,Fe-
S
El catalán FERRER DALMAU está en la
élite de los artistas bélicos. Vende obras por
30.000 euros, le contratan ejércitos extran-
jeros y tiene encargos para tres años.
Por JAVIER CABALLERO Fotografía de LUIS DE LAS ALAS
A RT E
GUERRA
PINTOR EN
ESTADO DE
20

2. SU ESTUDIO
Augusto Ferrer
Dalmau, en su
taller, en Valladolid.
En el caballete,
Lanceros de
Villaviciosa. En la
pared, reproducción
de La batalla
de Rocroi.
21

3. condal,enelmadrileñobarriodeSalamanca...Lavena
militar le venía de familia. De un abuelo materno co-
mandantealquenoconoció.“Cuandoempecéconla
pinturamilitarmedecían:‘Estásloco’,oenplan:‘Otro
fachaquesemetearevisitarepisodios’”,comenta.“Por
eso huyo de pintar la Guerra Civil. Todavía es un
tema muy politizado. Arturo me decía: ‘Pero, coño,
¡pintaalgodelaGuerraCivil!’.Yyolerespondía:‘¡Pero
si nadie me ha pedido nada!”.
EseArturonoesotroquePérezReverte,unodesus
aliados desde que se conocieron en 2008, en una
galeríadeMadridyacerradadurantelamuestraEstam-
pasdecaballería.“Unelatradicióndelosmejorespinto-
res de batallas con un minucioso conocimiento de la
HistoriadeEspaña.Nadiecomoélescapazdeplasmar
hoyendíalaépicaylatragediaquenoshicieronloque
somos”,aseguraaestarevistaelcreadordeAlatriste.El
escritor mezcla su proverbial visión tenebrista del de-
venir patrio con la certera mirada del artista para fijar
momentos de gloria y honra en el ocaso. En su hogar
cuelga La batalla de Rocroi, 170 x 100 centímetros de
maravillosa derrota de nuestros tercios. “Sí, lo tiene
Arturo en su casa”, corrobora Dalmau.
TODO VENDIDO. De momento la colaboración en-
tre ambos está siendo fructífera. A una estatua de
BlasdeLezoexpuestaenelMuseoNavaldeMadriddi-
señadaporDalmau,fundidaporlosescultoresJoséGa-
briel García Calvo y Federico Lozoya Monleón y pre-
sentada por Reverte, ahora se une el libro Perros e
hijos de perra (Alfaguara). Llega a las tiendas estos días
y versa sobre la devoción cánida del escritor. Las ilus-
traciones corren a cargo del artista catalán. Y ya es-
tán abordando cual bucaneros cómo documentar y
plasmar en lienzo un gigantesco cuadro de El Glorio-
so,navíode70cañonesarmadoenLaHabanaen1740
yquevendiócarísimasuderrotaantelosinglesesfren-
te al Cabo de San Vicente. “Tengo otro proyecto que
me gustaría acabar pronto. Un cuadro de la toma de
Barcelona de 1714, pero desde el otro lado de la mu-
ralla, la versión que no se ha dado”, desliza.
Desdequeexplotarasunombreenelmercado,no
hay obra disponible suya. Ha vendido algunos de sus
cuadros por encima de los 30.000 euros y si hay quien
pretende retrato o encargo, que se colme de pacien-
cia:tienelistadeesperadeunostresaños.Nodiceque
sí a todo. Depende de la moti-
vación. O el dinero. O de am-
bas cosas. Ha tenido llamadas
de Australia o EEUU. Entre su
clientela se empiezan a encon-
trar grandes nombre de este
país, ministros incluidos.
Paladea su gran momento.
También edita una revista de
arte (cuya cabecera son sus ini-
ciales, FD) en la que expone su
obra. Y vende reproducciones
por Internet. Pronto rendirá
servicios para otro ejército del
Este–“cuyonombrenopuedodecir”–quelepagaráes-
tupendamente por inmortalizar la guerra, la deso-
lación del combate en un caballete. “Esto es un traba-
jo”, concluye. “Tampoco me molesta que la gente me
considere una especie de moderno mercenario”. W
lipe VI, conoce mi trabajo, me envió una carta de
agradecimiento por lo que hacía”, desvela.
Suobratransitaporunhistoricismo,heroicoysom-
brío, deudor de la tradición del inglés Richard Ca-
ton Woodville (1856-1927) y, sobre todo, del francés
Alphonse Marie de Neuville (1835-1885), “pintor de
las guerras francoprusianas y mi gran referente”, con-
fiesa en su apartamento-estudio en la Plaza Mayor de
Valladolid. Allí le sorprendió FUERA DE SERIE, entre
sables de caballería y en plena faena de un pequeño
cuadro que fecha en “alrededor de 1880, lanceros
de Villaviciosa en campos de Castilla al amanecer”.
DISCIPLINA DIARIA. De imperial nombre (cinco
generaciones ya, hijo incluido, con la misma ono-
mástica) y con apellido compuesto que remite a es-
tirpe de burguesía textil catalana, pinta tan espec-
tacular como si fuera un bohemio de otros tiempos,
sublime y pobre de solemnidad. La elipsis temporal
dura lo que tarde en sonar el politono del móvil. Da-
vidGuettaleavisadequealguienlereclama.“Todoeso
delabohemiaesunmontajequeenParísquedabien,
pero somos profesionales y punto. Son más de 10
horasdedisciplinadiariafrentealcuadroparauname-
dia,dependiendodelasdimensionesyladificultad,de
50 trabajos al año”, tercia.
EsteveranohaestadoenAfganistán[yaocurrióen
2012, cuando marchó a tomar apuntes para La pa-
trulla], empotrado esta vez en las tropas georgianas.
Por tal motivo ha salido en la edición de la revista
La exposición Georgia. In the heart of Afghanistan,
de Augusto Ferrer Dalmau, se podrá ver en el
Ayuntamiento de Valladolid a partir del 21 de enero.
Más información en la web historicaloutline.com
Vídeo del reportaje en Orbyt y fueradeserie.com
Ok de la ex república so-
viética con tratamiento
de estrella. Le han paga-
do holgadamente –“Me
tienen más cariño en el
extranjero que en Espa-
ña, soy el único español
miembro de la Interna-
tional Society of War Ar-
tists”,apunta–yhavuelto
alucinado con lo presen-
ciado. “Todos los días el
páterortodoxobendecía
todo,desdelasarmashas-
taloschalecos.Inclusomi
libreta. He estado muy,
muy cerca de cosas feas.
Estábamosdestacadosen
Helmand, epicentro de
la carretera del opio. Ahí
tienes a los marines ame-
ricanos, a las Fuerzas Es-
peciales y a los georgia-
nos,gentemuyfogueada
que salía a abrir fronte-
ras... Y yo con ellos de pa-
trullaenvehículosartilla-
dos”, relata.
Prontoletocaráreco-
rrer el mundo con la ex-
posición que aglutine
este encargo, material
que estará a punto en fe-
chas venideras. Bajo el
epígrafe Georgia. In the
heartofAfghanistan,lapri-
mera escala será el Ayun-
tamientode Valladolid,a
partir del 21 enero. Lue-
go viajará a Nueva York,
París,Bruselasy Tiflis,ca-
pital de Georgia. Pero antes de muestra tan itine-
rante, dispara sin ambages hacia otros conflictos
más domésticos. “Mi guerra es la antinacionalista.
Estoy muy disgustado con todo el tema catalán. Es-
toy prácticamente exiliado en Valladolid. Y, ojo, que
soy antiPP, que han dicho mu-
chas mentiras”, espeta.
Hasta llegar a Valladolid y
convertirse en figura en lo que
hace, ha trazado Augusto una
línea discontinua y original. El
primercuadroloacabóalos25
años y empezó a pintar bata-
llashacesolo15,movidoporsu
pasión por la Historia militar.
Autodidacta que garabateaba
en los márgenes de los cuader-
nos de los jesuitas de Sarriá
cuando era un crío, se metió a
estampar telas en la empresa familiar antes de que
alborearan los 90. Por tal motivo se codeó con Agatha
Ruiz de la Prada, Javier Mariscal o Sybilla, “extraña y
mística, siempre como con la mente en otra parte”.
De las telas se pasó al caballete animado por al-
gúnamigoquehabíavistosuincipientetalentoconlos
pinceles. Le expusieron en Madrid una serie de ma-
rinasyestampascostumbristasdelaBarcelonadeprin-
cipios del siglo XX. Se vendió todo. En apenas unos
días. Paso a paso se fue haciendo un nombre. Ga-
leríasenPaseodeGracia,enzonasnoblesdelaciudad
LA PATRULLA. 2012. 180 x 160 cm. Óleo sobre
lienzo. Museo del Ejército (Toledo). Lo pintó tras
convivir 11 días con la Brigada Paracaidista
en la provincia de Baghdis (Afganistán).
Fe r r e r D a l m a uA RT E
LA BATALLA DE SAN MARCIAL. (Fragmento). 2013. 162 x 130 cm. Óleo sobre lienzo. Donación
de la familia Aperribay al Museo del Ejército. Refleja la victoria sobre los franceses en 1813.
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