La plaza de mercado de la Minorista se ha convertido en un lugar mágico donde convergen personas de diversos orígenes para intercambiar productos, saberes y relatos. Doña Amparo y su esposo iniciaron vendiendo papaya y sandía en este mercado y luego agregaron las ahuyamas, que se han vuelto muy populares entre los compradores que acuden allí en busca de productos, historias e interacción social. La Minorista se ha consolidado como un espacio dinámico que construye comunidad a través de los intercambios que all
1. LAS CIUDADES Y LOS INTERCAMBIOS. 1
A ochenta millas de proa al viento maestral, el hombre llega a la ciudad de
Eufemia, donde los mercaderes de siete naciones se reúnen en cada
solsticio y en cada equinoccio. La barca que fondea con una carga de
jengibre y algodón en rama volverá a zarpar con la estiba llena de pistacho y
semilla de amapola, y la caravana que acaba de descargar costales de nuez
moscada y de pasas de uva ya lía sus enjalmas para la vuelta con rollos de
muselina dorada. Pero lo que impulsa a remontar ríos y atravesar desiertos
Escena de Salida para ven ir hasta aquí no es solo el trueque de mercancías que encuentras
siempre iguales en todos los bazares dentro y fuera del imperio del Gran
Kan, desparramadas a tus pies en las mismas esteras amarillas, a la
sombra de los mismos toldos espantamoscas, ofrecidas con las mismas
engañosas rebajas de precio. No solo a vender y a comprar se viene a
Eufemia sino también porque de noche, junto a las hogueras que rodean el
mercado, sentados sobre sacos o barriles o tendidos en montones de
alfombras, a cada palabra que uno dice —como “lobo”, “hermana”, “tesoro
escondido”, “batalla”, “sarna,”, “amantes” —los otros cuentan cada uno su
historia de lobos, de hermanas, de tesoros, de sarna, de amantes, de
batallas. Y tu sabes que en el largo viaje que te espera, cuando para
permanecer despierto en el balanceo del camello o del junco se empiezan a
evocar todos los recuerdos propios uno por uno, tu lobo se habrá convertido
en otro lobo, tu hermana en una hermana diferente, tu batalla en otra
batalla, al regresar de Eufemia, la ciudad donde se cambia la memoria en
cada solsticio y en cada equinoccio.
2. Contexto
El hombre llega a la ciudad de Eufemia, donde los mercaderes de
siete naciones se reúnen en cada solsticio y en cada equinoccio.
Una carga
de
jengibre y
algodón
en rama
volverá a
zarpar
con la
estiba
llena de
pistacho y
semilla de
amapola, y
la
caravana
que acaba
de
3. Se viene a Eufemia
porque de noche,
junto a las
hogueras que
rodean el mercado,
sentados sobre
sacos o barriles o
tendidos en
montones de
alfombras, se
empiezan a evocar
todos los recuerdos Eufemia, la
propios uno por
ciudad
donde se
uno.
cambia la
memoria en
cada
solsticio y
en cada
equinoccio.
El largo viaje que
te espera, cuando
para permanecer
despierto en el
balanceo del
camello o del junco
se empiezan a
evocar todos los
recuerdos propios
uno por uno.
4. Mercaderes de hombres sin voz,
Mutilados por el miedo circundante,
Los ojos del miedo te juzgan,
Los oídos del miedo te persiguen,
La boca del miedo te grita.
Relatos de fe,
certidumbre de pasos adyacentes,
Anotaciones miradas atentas y expectantes
observadores y protagonistas,
titanes de vida y de muerte
colosos recalcitrantes.
Legado del tiempo,
Lapso de palabras dichas y calladas
Deslices de miradas, de silencios y
de extenuantes contemplaciones.
http://www.monografias.com/trabajos32/comercio-egocios/comercio-
negocios.shtml
Conferencia Eafit. Febrero 24-2006. Especialización en Costos y Finanzas.
José Guillermo Angel
Comercio:
“Actividad económica que consiste en realizar operaciones comerciales,
como la compra, la venta o el intercambio de mercancías o de valores, para
obtener beneficios”.
“Y es claro, como lo demuestra la arqueología, que los primeros grupos
humanos entendieron que los excedentes de producción (la reproducción
del ganado, la cosecha sobrante, lo nacido de la especialización en un
oficio, etc.) necesitaban ser intercambiados, es decir, comercializados con
Categoría
otros grupos.”
Sociedad - Historia 8to. Año Vicens Vives (Maria P. González y Marissa
Massone)Cuando y porque nace el trueque
http://www.portalplanetasedna.com.ar/trueque.htm
“La primera condición para que exista intercambio de bienes es la capacidad
de producir excedente. El excedente es una parte de la producción que no
se necesita consumir. Si una sociedad dispone de excedente, puede
intercambiarlo por algún producto que posea otra sociedad (y que tampoco
necesita consumir).”
“Las primeras formas de comercio entre los hombres consistieron
justamente en el intercambio de productos mano a mano: lo que uno tenía y
no necesitaba, se cambiaba por lo que el otro tenía y no necesitaba. Esa
5. forma de intercambio se denomina trueque.”
Felipe Rodríguez Lozano, Plaza Capital, ¿Cuál es el cuento de los
cuenteros?
http://portal.urosario.edu.co/plazacapital/articulo.php?articulo=268
“La cuentería nace como un espacio en el que se desarrollan cientos de
historias, unas reales y otras no tanto, que invitan al público a creer en algo
mas allá de lo real, a soñar, a ver su historia reflejada en la del protagonista.
Los cuenteros tienen la inmensa responsabilidad de pararse frente a un
público escéptico, sacarlo de su realidad y llevarlo a un paseo por un mundo
de sensaciones e ideas fantásticas, donde cada uno tiene la libertad de
imaginarlo como quiera.”
Abra palabras 2005 “las palabras que el viento se llevo”
http://extroversia.universia.net.co/html/reportajes/cuenteros/reportaje_01.htm
Todos tienen su historia y la viven, cada uno la cuenta a todo momento y
todas son únicas, a eso le apunta Mateo que busca sus cuentos por ahí.
“Tengo tres canteras. Primero, mis vivencias, cómo mis ojos ven el mundo;
segundo, la cotidianidad, cómo los otros ven el mundo, y el gran cúmulo de
historia oral, uno se nutre de los otros cuenteros y de la cultura gráfica y
escrita, que se volvió en lenguaje oral”.
http://es.wikipedia.org/wiki/Plaza
Plaza
Las plazas son el centro por excelencia de la vida urbana. En ellas se
concentran gran cantidad de actividades sociales, comerciales y culturales.
Las funciones simbólicas, tanto políticas como religiosas son de gran
importancia en estos espacios, siendo elegidas para la celebración de
coronaciones, ejecuciones, manifestaciones, procesiones, canonizaciones...
A menudo son elegidas para levantar en ellas monumentos conmemorativos
o estatuas, ya que son espacios singulares y adecuados para los
mecanismos de mantenimiento de la memoria histórica. Además, al ser
lugares de encuentro, albergan actividades lúdicas y festivas: fiestas,
juegos, espectáculos, deportes, mercadillos o cualquier acto público
imaginable. La función económica (plaza de mercado) responde a la
vitalidad de las transacciones espontáneas, pero también las hacen ser
objeto de especial atención y control por los poderes públicos.
Álzate, Néstor Armando. La bella villa. Medellín la más educada. Medellín,
septiembre de 2009.
“En suma es un ecosistema con vida propia,…por eso la Minorista es la
casa de todos.”
6. “La Minorista es la casa de todos”
Desde los orígenes de la humanidad ha existido el intercambio como forma
de comercio y de contacto entre los seres humanos. Se ha hecho de todo
tipo de canjes: productos, saberes, tiempo, placeres, relatos, palabras. Esos
intercambios posibilitan que las personas se relacionen, dialoguen, se
mezclen, se busquen, se integren, compartan o difieran ideas,
conocimientos y mercancías.
Las plazas de mercado, se convierten así en lugares mágicos, mediados por
Glosa
la palabra circundante que evoca, persuade, convence, intriga, recrea y
llena todos los espacios. Son sitios para el negocio de sueños, sabores,
olores, caricias, engaños y verdades. Siempre habrá la necesidad de
intercambiar, de vender, de comprar, de elegir,de ofertar y de exhibir.
Allí convergen todo tipo de personas, de todas las clases sociales, de
diversas condiciones, personalidades, niveles de educación, intereses y
demás. Es como una pequeña ciudad dentro de la urbe, la cual, nunca es
absorbida, tiene vida propia, evoluciona, se trasnforma, crece, se reproduce
y se mantiene.
Las historias se arremolinan y confluyen en los labios de los vendedores,
compradores, visitantes, carretilleros, administrativos, coteros y demás
personas que acuden día a día con un deseo, un motivo, una idea, o
simplemente, de paso porque ahí suceden cosas, se vive y se es partícipe
de un entorno dinámico.
Para fortuna de la humanidad existen sitios como éste, que liberan,
seducen, convidan y te proporcionan recorridos llenos de colores, texturas,
aromas, sonidos, roces, palabras, silencios, voces, recuerdos, venturas y
desventuras que fundan y construyen sociedad.
8. “¿Hay Ahuyamas?”
“Mire a ver si le sirven esas…”, señalando la gran cantidad de ahuyamas
que tiene en su puesto y que llehan hasta el techo, pero que el cliente
vacilante por su compra no halla una manera más sensata para preguntar.
Doña Amparo y su esposo tienen un carro, en el cual, trasportaban la
mercancía para venderle a los comerciantes de la plaza, hasta que un día
se aburrieron de vender barato y de que a veces les tocaba devolverse con
ella hasta su pueblo y perder plata.
Ciudad Invisible
Decidieron entoces, comprar un local en la Mayorista y les fue muy bien,
pero optaron por arrendar en la Minorista y allí si que se compusieron las
cosas, hasta tal punto que vendieron allá para comprar aquí.
Iniciaron con la papaya y la sandía, luego le agregaron las ahuyamas,
porque anteriormente eso no se comía, era como la maleza de las fincas y
por ello se botaban, pero hoy en día es de mucho alimento y al exhibirlas
por pedazos, inmediatamente se venden, pues su color amarillo seduce y a
uno se le hace agua la boca con sólo pensar en una cremita o en dulce de
ahuyama.
“…O si necesita más se le consigue.”