1. 3. FILOSOFIA MODERNA (XVll – XlXd.c.):
Si la filosofía antigua había tomado la realidad objetiva como punto de partida de
su reflexión filosófica, y la medieval había tomado a Dios como referencia, la
filosofía moderna se asentará en el terreno de la “SUBJETIVIDAD”. Las dudas
planteadas sobre la posibilidad de un conocimiento objetivo de la realidad, material
o divina, harán del problema del conocimiento el punto de partida de la reflexión
filosófica. El desarrollo del humanismo y de la filosofía renacentista, junto con la
revolución copernicana, asociada al desarrollo de la Nueva Ciencia, provocarán el
derrumbe de una Escolástica ya en crisis e impondrán nuevos esquemas
conceptuales, alejados de las viejas e infructuosas disputas terminológicas que
solían dirimirse a la luz de algún argumento de autoridad. De las abadías y
monasterios la filosofía volverá a la ciudad; de la glosa y el comentario, a la
investigación; de la tutela de la fe, a la independencia de la razón.
Centra la problemática filosófica en “el sujeto como pensante”, el hombre reducido
a una cosa que piensa (Racionalismo). Las posibilidades del conocer serán
cuestiones por el empirismo. El Idealismo Alemán constituirá, con Hegel, el mayor
intento de entender todo a partir de la dinámica del espíritu racional. Finalmente,
como reacción al Idealismo, Marx introduce los factores económicos para explicar
la realidad.
La filosofía moderna intentó forjar una nueva concepción del mundo y de la
sociedad y, aunque inicialmente no prescindió absolutamente de la influencia
religiosa, postuló la resolución de los problemas mediante la libertad de
razonamiento. Abandonó así progresivamente las verdades absolutas o reveladas,
intentando sustituir lo sobrenatural por lo natural, lo divino por lo humano, lo
celeste por lo terrenal, resolviendo zanjar definitivamente la polémica entre la fe y
la razón en favor de esta última.
La nueva filosofía contribuyó a la liberación de la individualidad, de un modo que
antes sólo se produjo en la Grecia clásica. De algún modo, la filosofía moderna se
vincula al surgimiento de las nacionalidades.
Los filósofos modernos se resistieron progresivamente a solicitar el tutelaje y el
dictamen de los dirigentes de la Iglesia respecto a sus tesis y especulaciones.
Comenzó una auténtica lucha para liberarse del dictado del dogma teológico. Los
filósofos modernos abandonaron las reglas tenidas por indiscutibles y los métodos
universalmente aceptados, para establecer sus propias normas(de verificación,
coherencia racional, comprobación empírica, duda metódica, etc.), rompiendo con
la fidelidad a lo establecido.
Otro rasgo del pensamiento moderno fue la intención de aproximar la filosofía y la
ciencia. Fue en esta época de la historia cuando comenzaron a estructurarse las
ciencias naturales, entendidas como un sistema de conocimientos rigurosamente
clasificado y verificado. El pensamiento moderno acabó convirtiendo a la filosofía
en colaboradora de la ciencia. A partir de esta época fue frecuente que una misma
persona reuniera la doble condición de científico y filósofo, que dio lugar a dos de
las más destacadas escuelas filosóficas de la Edad Moderna: el racionalismo, que
se fundó en tos aspectos lógico-racionales del conocimiento, y el empirismo, que
afirmó la validez absoluta de la experiencia en el ámbito del conocimiento
científico-filosófico.