3. ¡Gracias!, por tu profunda vocación de enseñar, que se
renueva cada vez que se inicia otro año escolar.
4. ¡Gracias!, por enseñarnos un modo diferente de ver
las cosas, por proponernos dudas, cuestionarnos y
por alentarnos a ponernos de pie ante la vida.
5. ¡Gracias!, por enseñarnos a crecer libres y superarnos, porque a
lo mejor en tu entrega generosa, dejaste escapar la
oportunidad de compartir con tus propios hijos.
6. ¡Gracias! Por haber repetido tantas veces ese tema tan difícil de
comprender y esperar con paciencia hasta que lo entendiera
completamente.
7. ¡Gracias! Por comprender que una pena de amor, a mi edad,
es más importante que el “Descubrimiento de América”.
8. ¡Gracias!, por haber creído en nosotros, a pesar de nuestras
limitaciones y diferencias.
9. ¡Gracias! por haber perdido tus ratos de descanso y quedarte a
mi lado, para escucharme o darme un consejo.
11. ¡Gracias! por descubrir esas capacidades que estaban tan
ocultas, que tuviste que buscar dentro del alma.
12. Gracias, por ser guía y amigo, por enseñarme que cuando algo
me cuesta mucho trabajo, siempre estás allí dispuesto a
ayudarme.
13. Gracias, porque antepones el gusto por enseñar, al interés
personal, a lo económico y a las gratificaciones materiales que
dan otras profesiones.
14. ¡Gracias!, por acercarte cuando ves que algo no anda bien, por
preguntar e interesarte en forma genuina, por cada uno de
nosotros y ofrecer generosamente tu ayuda.
16. ¡Gracias! por enseñarnos con tu ejemplo que alcanzar el horizonte no es tarea
imposible, que podemos ser mejores si nos esforzamos y que a pesar de
todo lo que nos suceda, Dios siempre está pendiente de nosotros y nos
cuida con amor.