La degradación de los suelos en Argentina es un proceso inducido por las actividades humanas que afecta negativamente las propiedades del suelo. Las principales causas incluyen la tala de árboles, malas prácticas agrícolas, sobrepastoreo, contaminación y actividad minera. Esto puede conducir a consecuencias como la pérdida de vegetación, deterioro de la calidad del agua, y erosión, la cual afecta al 21% del territorio argentino, equivalente a 580.000 km2.