Las gafas de sol no homologadas pueden dañar los ojos ya que sus cristales oscuros no protegen necesariamente de los rayos UV. La exposición prolongada a la luz solar sin protección adecuada puede causar problemas oculares. Las gafas de sol homologadas garantizan protección contra los efectos dañinos de los rayos UV mediante filtros que absorben y desvían las radiaciones UV de manera adecuada a la actividad.