2. Vida
Su nombre es Gustavo Domínguez Bastida.
Nació en Sevilla en 1836.
Su formación literaria y humanística es especialmente de
manera autodidáctica.
Escribió artículos periodísticos y adaptaciones de obras de
teatro extranjeras.
En 1861, se casó con Casta Esteban y tuvo tres hijos.
En 1864, fue nombrado censor oficial de novelas
Falleció en diciembre en 1870.
3. Obra
Características
• En Bécquer, desaparecen los
gestos estridentes, la musiquilla
fácil, el colorido chillón y la
hojarasca retórica; más bien, la
poesía adquiere mayor hondura e
intensidad lírica.
4. Características
• En palabras de Azorín, la poesía
de Bécquer destaca por una
“exasperada sensibilidad”,
relacionada tal vez por su
temperamento enfermizo, que le
hace percibir con intensidad
febril la existencia de un mundo
de misterio y de poesía más allá
de las realidades tangibles.
5. Características
• La poesía becqueriana representa
la fusión y culminación de las
tendencias germanista y
neopopular; ambas oponían, al
vano retoricismo, la voz sincera y
desnuda, capaz de conmover el
alma.
6. Características
• Por el lado de las leyendas, estas
se desarrollan en ambientes de
misterio y, a veces, de terror. Se
destaca la configuración de
espacios y ambientes irreales,
visionarios y sobrenaturales. Se
exalta el idealismo y se procura
transmitir cierto propósito
moralizador.
7. Rimas
Las Rimas constituyen la obra
más representativa y celebrada
de Bécquer. Se puede afirmar
que todas estas forman una
gran historia amorosa, una
conversación entre un yo y un
tú, que, generalmente, es la
amada, presente en el contexto,
pero de quien no se espera
respuesta.
8. Rimas
Los temas que se desarrollan son la
poesía, el amor, el desengaño, el
dolor y la soledad —todos estos
considerados núcleos temáticos—.
También se destacan la forma
estrófica libre de la rima, versos de
muy diferente medida silábica, la
asonancia y una evidente
preferencia por el verso de pie
quebrado.
9. Rima VII
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
¡Ay! —pensé— ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: “¡Levántate y anda!”.
10. Rima VII
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
¡Ay! —pensé— ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: “¡Levántate y anda!”.