El documento discute la situación de Grecia y su deuda. Señala la valentía del gobierno griego al plantar cara a las medidas restrictivas exigidas por la Troika. Sin embargo, la decisión final depende de Christine Lagard del FMI, a quien Grecia debe pagar 1600 millones de euros. Se cuestiona la postura de Lagard hacia Grecia y sugiere que la unión monetaria europea no se estableció correctamente, dejando a los bancos y países con grandes deudas. El gobierno griego se ha negado

1. Es sorprendente la valentía de los dirigentes griegos. La situación hoy no es
nada despreciable, aunque podríamos hacer un recuento de los gobiernos que se
llevó por delante la actual crisis, nada comparable a la posibilidad de que el
Gobierno de Grecia no pueda resolver la encrucijada en la que le han situado.
Hoy las voces que reconocen que la austeridad puede que no sea el único
camino para salir de una recesión son cada vez más numerosas, pero de nada nos
sirve si la decisión última depende de una sola persona representante de una
sola institución. Me refiero al FMI y su presidenta Christine Lagard, a quien el
Gobierno de Grecia tiene que entregar la cifra de 1600 millones de euros mañana
día 30 de junio de 2015.
A primera vista, parece cuando menos sospechosa la postura de lagard con
respecto a Grecia. Hay publicaciones que afirman o se refieren a comentarios de
analistas del panorama internacional relativos a la "dureza" especial con la que
Lagard está tratando el asunto griego si se le compara con otros paises. Resulta
más sospecho aún cuando después de anunciar el martes pasado día 23 que Grecia
había presentado unas medidas que podrían ser aceptadas por la Unión Europea.
Entre éstas medidas se encontraba la relajación de la deuda y concesiones en
los tipos de interés aplicados para devolución de los créditos aceptados.
En la unión Europea no se ha instalado más que la moneda única, no funciona
una unión bancaria ni fiscal y la situación se resuelve aplicando tipos de
interés distintos según el área geográfica en la que se está. Visto ésto, parece
que la unión monetaria, y la instauración del euro no se hizo bien por parte de
los técnicos en economía que deberían haber controlado esas transacciones
dinerarias a gran escala entre bancos que provocaron el engaño y la estafa entre
unos y otros y que dejó a la banca europea con los depósitos repletos de
"basura".
Producto de ésta situación fue que los bancos respondieran a base de deuda
de los estados que a su vez han quedado hipotecados e incluso "secuestrados" por
sus primas de riesgo que es el indicador sobre el que se aplican los tipos a
pagar por la financiación conseguida en el mercado. Conseguir explicar cómo se
establece la cifra de la prima de riesgo es sin duda una tarea complicada en la
que intervienen las acciones de las agencias de calificación, los mercados, la
bolsa, etc, etc.
El Gobierno griego se ha negado y ha plantado cara para evitar que su pueblo
se quede agonizante por culpa de las medidas restictivas exigidas por la Troika
y ha optado por preguntar qué es lo que se quiere, mientras el plazo para
devolver la deuda finaliza y Grecia no tiene dinero para hacer sus pagos.
Cabría entonces preguntarse por qué el FMI que tiene aproximadamente un 10
por ciento de la deuda griega puede poner en jaque a toda la Unión Europea y
todo un pueblo y romper ese primer acuerdo alcanzado por Grecia y la Eurozona
que tiene localizado el 85 por ciento de ésta deuda.
Algo no funciona bien y siempre le toca al más débil pagar las consecuencias y
puede que esté llegando la hora de replantearse muchas cuestiones.......