El documento resume la toma del puerto peruano de Pisagua por parte de las fuerzas chilenas el 2 de noviembre de 1879, marcando el inicio de la Campaña de Tarapacá. Luego, describe cómo una partida exploradora chilena de 175 jinetes bajo el mando del teniente coronel José Francisco Vergara fue enviada el 5 de noviembre para asegurar el control de la línea férrea y los pozos de agua en el desierto. Al día siguiente, esta partida se enfrentó y derrotó a fuerzas de caballería peruan
La Guerra del Pacífico fue una de las peores contiendas que el Perú tuvo con Chile. Duro más de cuatro años, desde el 05 de abril de 1879 hasta el 20 de octubre de 1883.
La Guerra del Pacífico fue una de las peores contiendas que el Perú tuvo con Chile. Duro más de cuatro años, desde el 05 de abril de 1879 hasta el 20 de octubre de 1883.
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La Pedagogía Autogestionaria es un enfoque educativo que busca transformar la educación mediante la participación directa de estudiantes, profesores y padres en la gestión de todas las esferas de la vida escolar.
LA PEDAGOGIA AUTOGESTONARIA EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE
Guerra del Pacífico_Campaña de Tarapacá.docx
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ELASALTO Y LA TOMA DE PISAGUA
2 de noviembre de 1879
Con la captura del Huáscar en la
batalla naval de Angamos el 8 de
octubre de 1879, las aguas del Pacífico
se encontraban a la disposición de
Chile. La sección ofensiva de la
armada peruana se halló reducida a la
corbeta La Unión y esta tuvo que
retirarse a El Callao, permitiendo a las
fuerzas chilenas la posibilidad de
invadir el territorio enemigo desde
Iquique hasta Lima[1]. Para las
autoridades chilenas, había llegado el
momento extender la campaña
terrestre más allá de Antofagasta.
La elección del punto de irrupción
pasó a tener primera prioridad y fue
objeto de arduas discusiones. Una
corriente de la opinión pública, a la
cual el ministro Santa María se adhirió
inicialmente, sostenía que un ataque
directo sobre Lima desmoralizaría
completamente a los aliados y
rápidamente le pondría término a la
guerra. Esta opinión se vio contrastada
por aquellos que centraron su atención
sobre Tarapacá, cuyo control podía
significar una cuantiosa
indemnización al momento de entrar
en negociaciones para ponerle fin al
conflicto[2].
Esta última posición terminó por
predominar ante la posibilidad de la
intervención de potencias exteriores. Tanto los Estados Unidos como Europa tenían intereses
comprometidos en la disputa y su creciente presión diplomática podía forzar a las partes a tener que
llegar a un acuerdo. Mientras antes obtuviera Tarapacá como baza de negociación, más favorable sería
la posición chilena[3].
Decidido este asunto, se presentaron tres localidades del departamento peruano dónde dar inicio a la
Campaña de Tarapacá: Pisagua, Iquique o Patillos. La elección se llevó cautelosamente y pendiente de
varios factores particulares, el principal siendo la presencia de una línea férrea que pudiera llevar a la
fuerza expedicionaria hacia el interior del desierto. Otros elementos bajo consideración fueron la
existencia de pozos de agua accesibles y la presencia de las fuerzas peruanas-bolivianas, las que se
hallaban acumuladas principalmente en Iquique y en la zona de Tacna-Arica[4].
Finalmente la decisión recayó sobre el ministro de guerra Rafael Sotomayor y el puerto elegido para
iniciar la campaña fue Pisagua[5]. Iquique fue rechazado por el gran número de fuerzas aliadas que allí
se hallaban concentradas y Patillos fue descartado porque, a pesar que presentaba una base bien
sostenible en su costa, no contaba con un fácil acceso hacia el interior. La caleta de Pisagua estaba a 190
kilómetros al norte de Iquique, tenía acceso directo al pozo de Dolores y poseía un ferrocarril en buen
estado. Su conquista tenía el beneficio adicional de producir una brecha entre las fuerzas aliadas
contenidas en Iquique y las que se estaban concentrando en el norte[6].
Un poco antes, el Ejército Expedicionario chileno terminó su formación en Antofagasta y para el 28 de
octubre ya se hallaba embarcado en alta mar a la espera de la decisión final. Una vez que esta fue hecha,
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la armada expedicionaria encaló incontestada el 2 de noviembre en la rada frente al puerto nortino[7].
Sus defensores, una guarnición aliada de alrededor de 1.300 efectivos[8], se atrincheraron en torno a la
bahía y en las zanjas de la empinada pendiente que la rodeaba. Ahí esperaron poder rechazar el embate
de una fuerza militar de alrededor de 10.000 hombres[9].
El enfrentamiento empezó a las 7 de la mañana, cuando los buques de la armada chilena abrieron fuego
contra las dos plazas fuertes situadas en los extremos de la bahía[10]. La rápida operación inutilizó los
dos cañones Parrot que resguardaban la entrada de la playa y le permitió el acceso a la flotilla de botes
que llevaba a las tropas terrestres. Cerca de las diez de la mañana, la primera de tres olas de desembarco
llegó al punto de la bahía llamado Playa Blanca, bajo nutrido fuego del enemigo.
El ataque inicial consistió de 450 hombres provenientes del Cuerpo Cívico Movilizado Atacama y de la
Brigada de Zapadores, un número mucho menor al planeado originalmente para la operación. Esta
también estuvo a punto de ser comprometida debido a la confusión reinante en el desembarco, en dónde
los remeros de la flotilla se dejaron llevar por la pasión del momento y se unieron la fuerza del ataque.
Frente a este retraso que bien podía hacer fracasar la completa operación anfibia, los buques de guerra
de la expedición tuvieron que reanudar su bombardeo en auxilio de los soldados en Playa Blanca[11].
Gracias a este respiro, las fuerzas terrestres pudieron reorganizarse y la flotilla de desembarco se
devolvió en busca de los refuerzos. A tres horas del primer desembarco y dos oleadas después, la fuerza
de ataque se halló con suficientes efectivos para hacer retroceder al enemigo[12]. Siguiendo a un
encarnizado combate en las trincheras inmediatas a la costa, la vanguardia expedicionaria inició el
penoso ascenso por la empinada pendiente que rodeaba a la bahía. En un período de dos horas, los
guerreros chilenos lograron alcanzar la meseta de Alto Hospicio que coronaba la punta y, con ello, el
acceso al desierto interior.
A las dos y media de la tarde, el territorio se hallaba bajo el control de las fuerzas chilenas. Frente a una
pérdida de cincuenta y ocho muertos y 173 heridos[13], la fuerza expedicionaria había logrado poner en
fuga a la guarnición aliada e inició con una entrada triunfante la campaña de Tarapacá.
Bibliografía
Academia de Historia Militar; Atlas HistóricoMilitar de Chile; Academia de HistoriaMilitar (Editor); InstitutoGeográficoMilitar (Impresor);
Santiago, Chile; 2010 (Primera Edición).
Bulnes, Gonzalo; Guerra del Pacífico: De Antofagasta a Tarapacá (TomoI); SociedadImprentay Litografía Universo(Editor); Valparaíso, Chile;
1911 (Primera Edición).
NOTAS AL PIE
1. Academia de Historia Militar; Atlas HistóricoMilitarde Chile; Academia de HistoriaMilitar; Santiago,Chile; 2010(Primera Edición); p.130.
2. Bulnes, Gonzalo; Guerra del Pacífico: De Antofagasta a Tarapacá(TomoI); SociedadImprentay Litografía Universo; Valparaíso, Chile; 1911
(Primera Edición); pp. 506 – 507.
3. Ibíd.; pp. 512 – 513.
4. Ibíd.; pp. 508 – 512.
5. Ibíd.; pp. 514 y 517.
6. Academia de Historia Militar; Op. cit.; pp. 132 – 135.
7. Bulnes, Gonzalo; Op. cit; pp. 519 y 527.
8. La guarnición peruana que defendióPisagua consistióenalrededor de 500hombres y estaba bajoel mando del teniente coronel IsaacRecabárren,
quien cedió la dirección de la defensa el día del combate al general Juan Buendía. Estaba también reforzada por dos batallones de la Tercera
División boliviana del general Pedro Villamil, sumándole 850 bolivianos a la defensa del puerto. Íbíd.; pp. 537 y 546 – 547.
9. Resumidamente,el EjércitoExpedicionariode Tarapacá estaba compuestoporcuatroregimientos de línea, seis cuerpos cívicos movilizados, un
batallón de artillería de Marina, una brigada de los Zapadores, el Regimiento de Artillería, el Regimientode Cazadores y un cuerpode pontoneros.
El convoy marino que lo transportaba consistió en catorce vapores y un buque a vela, los que fueron custodiados por la goleta Covadonga, la
corbeta O’Higgins, la cañonera Magallanes y la fragata blindada Cochrane. Ibíd.; pp. 520 y 538 – 541.
10. Esta acción fue llevada a cabo porel Cochrane y la O’Higgins en el extremosur, denominada Punta Pichalo, y la Magallanes y la Covadonga en
el extremo norte, llamada la Punta Pisagua. Academia de Historia Militar; Op. cit.
11. Esta operaciónfue realizada conjuntamenteporel Cochrane,la O’Higgins y la Magallanes, la cual tuvo que trasladarse de suposición original.
Ibíd.
12. La segunda ola trajo consigo 950 soldados (provenientes del Cuerpo Cívico Atacama, el Cuerpo Cívico Buin y parte del Regimiento N°2 de
Línea) y la tercera 1.200 (trayendo consigo el resto del Buin). Academia de Historia Militar; Ibíd. p 133, y Bulnes, Gonzalo; Op. cit.; p. 555.
13. Bulnes, Gonzalo; Ibíd.; p. 560.
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COMBATE DE PAMPA GERMANIA
6 de noviembre de 1879
Con el desembarco y conquista del puerto de Pisagua el 2 de noviembre de 1879, el Ejército de
Operaciones del Norte daba inicio exitosamente a la Campaña de Tarapacá. El triunfo de esta operación
le aseguró al ejército chileno una base de operaciones por la cual irrumpir en el territorio peruano y
también le permitió implementar una brecha entre las fuerzas aliadas concentradas en Iquique y Arica,
las que se encontraron incapaces de auxiliarse mutuamente frente a la ofensiva enemiga. Libre el océano
de cualquier amenaza marítima y despejado el camino hacia el desierto, el 3 de noviembre se inició el
desembarco de hombres, municiones y provisiones en el poblado costero.
Sin embargo, la situación no era completamente halagüeña. Entablados en pleno territorio enemigo y
rodeados por un implacable desierto, las autoridades chilenas sabían que el dominio de la línea férrea
norteña era el siguiente paso necesario para la apropiada continuación de la campaña. Partiendo desde
la costa en Pisagua y terminando en la oficina salitrera de Agua Santa, el control de este ferrocarril
facilitaría el avance del ejército a través del desierto y la ocupación del departamento peruano. Pero para
ello era necesario un rápido reconocimiento y ocupación de sus instalaciones, las cuales pudieron haber
sido dañadas por las tropas del general Buendía durante su retirada de Pisagua.
Pero esta no era la principal urgencia por enviar una partida de avanzada. Hasta ese momento, Pisagua
obtenía la mayoría de su agua de buques-cisternas procedentes de Arica y de los vagones del ferrocarril
proveniente del interior del desierto. Habiéndose cortado estas vías de abastecimiento y mostrando ser
insuficiente la actividad de las máquinas resacadoras, el ejército de alrededor de 10.000 almas pronto
tendría que hacerle frente a la carencia del preciado líquido[1]. Por lo tanto, era de extrema necesidad
adueñarse de los pozos y aguadas ubicados al centro de la árida región.
Frente a esta situación, el teniente coronel de milicias José Francisco Vergara se ofreció para comandar
la partida exploradora que llevaría a cabo estas labores. Hombre de enérgico actuar que servía como
secretario personal del General en Jefe del Ejército, su impetuoso proceder había causado más de una
fricción en su relación con los jefes militares. Sin embargo, nadie dudaba de su gran inteligencia y ya
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había realizado una misión similar durante el reconocimiento de la estación ferroviaria de San Roberto,
por lo que su petición fue concedida. Poniéndose a la cabeza de dos compañías del Regimiento de
Cazadores a Caballo y un pequeño grupo de oficiales, Vergara partió el 5 de noviembre de Pisagua en
compañía de 175 jinetes[2].
Siempre en pos de la línea férrea, la partida exploradora pronto tuvo resultados prometedores. Llegados
a la estación de Jazpampa, los soldados chilenos lograron cortar la línea telegráfica de comunicaciones
entre Iquique y Arica, abastecerse de forraje para sus bestias, y apropiarse de un convoy de ferrocarril
listo para ser enviado a Agua Santa. Continuando su trayectoria a la estación de Dolores, establecimiento
poseedor de un abundante pozo de agua y un servicio de bombas en perfecto estado, los jinetes
vislumbraron una solución al problema de agua que aquejaba al ejército y el comandante Vergara se
aseguró de enviar un mensajero de vuelta con las buenas nuevas.
Reanudando su marcha el 6 de noviembre en dirección a la estación de Agua Santa, la partida
exploradora pronto divisó tropas enemigas a la altura de la planicie llamada Germania. Estas eran dos
compañías de caballería provenientes de los Húsares de Junín y de los Húsares de Bolivia
respectivamente, las cuales estaban protegiendo la retaguardia de las tropas aliadas que habían sido
derrotadas en Pisagua. Sin un momento de vacilación, ambos contendientes se lanzaron a enfrentar al
oponente con una poderosa carga.
El choque fue feroz y el combate que lo siguió intenso. Pasando por alto el uso de sus armas de fuegos,
los jinetes del Regimiento de Cazadores hicieron diestro uso de sus sables y el enemigo fue poco a poco
reducido en su totalidad[3]. Si bien las fuentes varían en torno al número de combatientes muertos[4],
pronto la casi totalidad de los integrantes de la partida aliada, inclusive su comandante José
Buenaventura Sepúlveda, yacían en el campo sin vida y los jinetes chilenos salían victoriosos. Perdiendo
la vida seis soldados chilenos y heridos otros seis más, la partida de Vergara decidió prontamente
reagruparse y devolverse a Pisagua para informar lo sucedido.
Gracias a la osadía de este pequeño grupo de hombres, el Ejército de Operaciones del Norte
pudo apropiarse del grueso de la línea férrea para la realización de sus operaciones. Mucho más
importante, el dominio del pozo de Dolores aseguró al aprovisionamiento del agua para el
ejército y su vital importancia pronto lo haría escenario de otra de las grandes batallas de la
Guerra del Pacífico.
NOTAS AL PIE:
1.Bulnes, Gonzalo; Guerra del Pacífico – De Antofagasta a Tarapacá; Sociedad Imprenta y Litografía Universo; Valparaíso, Chile; 1911; p. 565.
2.Ibíd.; p 568 y Vicuña Mackenna, Benjamín; Guerra del Pacífico – Historia de la Campaña de Tarapacá – TomoII; Rafael Jover; Santiago, Chile; 1880;
p. 771.
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3.A excepciónde la escoltade Coraceros de Daza, la caballeríaboliviana se encontraba armada únicamente con carabinas Remington, la caballería peruana
por su parte contaba con carabinas Spencery Martini Henry, al inicio de la guerra los almacenes peruanos contabancon 2.280 sables de las tres clases,
número suficientepara equipara todo el regimientoHúsares de Junín que en 1878 constaba de 232plazas. "Memorias de la guerra del 79"Andrés Cáceres
pág. 13; "Narración Histórica de la guerra de Chile contra El Perú y Bolivia" Mariano Paz Soldán pág. 99
4.Bulnes calcula entre 60 soldados aliados muertos. Bulnes; Óp. cit.; p 573.
BATALLA DE SAN FRANCISCO DE DOLORES
19 de noviembre de 1879
Siempre en el contexto de asegurar la cabeza de
playa obtenida en Pisagua tras el desembarco de
tropas en dicho lugar y asegurar el
abastecimiento de agua para el ejército, las
fuerzas chilenas iniciaron una serie de
reconocimientos hacia el interior del desierto, a
la sazón territorio enemigo, produciéndose
algunos enfrentamientos parciales. Uno de estos
choques es la importante batalla de San
Francisco de Dolores, la cuál fue el primer gran
enfrentamiento entre los beligerantes.
Contrario a la creencia de que Buendía se
concentraría en Agua Santa sin moverse para
preparar la defensa de Iquique, se tuvo la noticia
al atardecer del día dieciocho que el mencionado
general se movía con sus tropas hacia el norte,
arriesgando a la División Sotomayor que se
encontraba en Dolores. Éstos se vieron
obligados a tomar posiciones defensivas en los
cerros cercanos. Esto motivó la rápida salida de
la artillería de Velásquez desde Pisagua como
medida de refuerzo, que llegó el mismo día de
la batalla a tomar sus posiciones. Aquél 19 de
noviembre, “Buendía fraccionó a sus hombres
en tres divisiones, las que debían atacar en
dirección del pozo de Dolores envolviendo a los defensores.”1
Una vez que estalló la batalla, la situación se mostró más bien sombría para las fuerzas chilenas,
tornándose la lucha encarnizada por momentos. Ejemplo de esto es lo ocurrido con la posición de
artillería del mayor Salvo, la que tomada por sorpresa y acosada por el enemigo, se vio obligada a batirse
cuerpo a cuerpo para defender sus cañones. De no ser por la irrupción de los soldados del regimiento
movilizado Atacama, esta posición se habría perdido. “En el resto del campo, la batalla se había
generalizado. Buendía insistía en su intento de envolver la posición chilena, pero los aliados fueron
rechazados en todos los sectores reiteradamente por los cañones chilenos.”2
Finalmente, al cabo de casi dos horas de continuo combate, las fuerzas aliadas perdieron el ímpetu y al
notar la retirada de su caballería, se precipitó la del resto de sus hombres en dirección de la oficina
salitrera de Porvenir, situada más al sur, quedándose Chile con la victoria.
Nota al pie:
1. Academia de HistoriaMilitar.“Atlas Históricoy Militar de Chile.”Ediciones Academia de HistoriaMilitar.Santiago de Chile. Agostode 2010. pp. 138.
2. Ídem.
ARMAS DE LA GUERRA DEL PACÍFICO
Es importante establecer que los ejércitos de aquella época estaban distribuidos en tres armas: infantería,
caballería y artillería. Las armas empleadas por ellos, según describiremos, son las siguientes:
6. pág. 6
INFANTERÍA
A consecuencia de una buena planificación, la infantería chilena contó con fusiles modernos siendo el
factor más resaltante que todos los sistemas de armas estaban recamarados para balas del mismo calibre
11 milímetros, lo que simplificaba la logística en lo que a munición se refiere. Algunos de estos eran:
FUSIL COMBLAIN II 1873 CAL. 43
Este rifle de origen belga fue la principal arma de la infantería chilena sobre la cual hizo su
uniformización del armamento. También fue empleado por algunos batallones del ejército
peruano. Fusil firme y confiable con una ventaja sobre sus homólogos, ya que la carga de la
munición se hacía en solo tres movimientos, por tanto, un tirador entrenado podía hacer 9 a 10
disparos por minuto.
Su peso era de 4,3 kilos sin bayoneta, midiendo 1,21 metros, de calibre 11 milímetros con sistema
de retrocarga y un alcance efectivo de 300 metros y máximo de 1.200 metros .
EL FUSIL GRAS M80 1874
Este fusil de origen francés fue el arma de infantería que chile compró en mayor cantidad durante la guerra.
Este rifle fue una modificación del rifle Chassepot, al que se le hizo varias mejoras. El cargador era de una
bala y obtenía buena precisión hasta los 500 metros y su máximo alcance era de 1.800 metros.
Su peso era de 4,2 kg. El largo total del arma era de 1,3 metros. En manos de un tirador diestro podía disparar
entre 6 y 8 proyectiles. Empleado por el ejército chileno.
CHASSEPOT 1866
Fusil Chassepot, de origen francés, fue empleado preferentemente por el ejército peruano. Algo
más anticuado que el gras, pesaba 4,10 kilos con una longitud total de 1,31 metros. Su calibre
era de 11 milímetros con un alcance efectivo de 400 metros y máximo de 1 .200 metros. Según
las destrezas del tirador podía disparar entre 7 y 10 tiros por minuto.
7. pág. 7
PEABODY MARTINI
Fusil peabody, de origen norteamericano, empleado por el Perú fue fabricado según una réplica
exacta del fusil británico Martini Henry modelo Mark I. Los fabricó la empresa Providence Tool
Company. Pesaba 3,86 kilos en sus 1,25 metros de longitud. De calibre 11,3 milímetros con un
alcance máximo de 2.800 metros y efectivo de 600 metros. Disparaba entre 10 y 15 tiros por
minuto, siempre dependiendo de la habilidad del tirador. Había dos tipos de este rifle, ambos
usados por Perú. El tipo a con seguro para el gatillo y bayoneta de zoquete y el tipo b, el más
usado, sin seguro y con bayoneta sable.
Según Alberto Blest Gana, ministro plenipotenciario de Chile en Francia, había en existencia 37
mil de estos rifles, y es probable que una gran parte de estos haya sido comprada por Perú
durante la guerra.
CABALLERÍA
Chile empezó la guerra con dos regimientos de caballería, estos eran: Cazadores a caballo y Granaderos,
creándose después el regimiento Carabineros de Yungay.
El Perú contaba con tres: Húsares de Junín, lanceros de Torata y Guías. Bolivia poseía dos: Húsares y
Coraceros.
La principal arma usada en las cargas de la caballería chilena era el sable francés Chatellerault. Portaban,
además, la carabina norteamericana Winchester modelo 1873, que probó ser un arma confiable y de fácil
manejo para transportarla en la montura del caballo.
CHATELLERAULT 1839
Las caballerías de Perú y Bolivia usaban la misma arma, pero modelo 1866, además de lanzas.
RIFLE WINCHESTER 1873
Carabina Winchestermodelo 1873 de origen norteamericano. Pesaba 3,4 kilos y su longitud total era de 91 centímetros.
Tenía un alcance máximo de 1.200 metros y efectivo de 275 metros. Siendo de sistema de disparo de repetición podía
disparar hasta 21 tiros por minuto. Usada por la caballería y artillería chilena.
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CARABINA MARTINI HENRY
El Martini-Henry es una carabina de retrocarga de un solo tiro accionado por palanca. era originalmente de carga por la
boca y convertida a arma de retrocarga. Adoptada, pues, por los británicos, fue distribuida a partir de 1874 con la
denominación Martini-Henry, modelo 71.
CARABINA REMINGTON
M. 1871 (Calibre 43 Spanish) EEUU., utilizados por el Ejército Perú-boliviano
CARABINA SPENCER
Empleado por la caballería chilena, hasta ser reemplazado por el modelo Winchester. M-66 y M-73.