Walter Maioli describe la gruta como un símbolo primordial que representa el abismo original y el lugar de lo desconocido, donde se pueden encontrar los máximos efectos acústicos. La gruta simboliza el regreso al seno materno de la tierra para renacer espiritualmente, y es la fuente de donde mana el universo. Los templos y las iglesias imitan la estructura sonora de la gruta.