El documento describe cuatro momentos de la misa católica que ayudan a hacer memoria de Jesús: la escucha del Evangelio, la memoria de la Última Cena, la oración del Padre Nuestro y la comunión, donde los creyentes acogen a Jesús en su corazón.
LA DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
La devoción al Corazón Jesús, ha existido desde los primeros tiempos de Iglesia. Los cristianos meditaban sobre sus cinco llagas especialmente a la Sagrada Llaga del costado de Jesús, a la Sangre y Agua que brotaron de su corazón, De ese Corazón nació la Iglesia y por ese Corazón se abrieron las puertas del Cielo. Para nuestra salvación; Son muchos los santos y santas que tenían devoción al Corazòn y las llagas de Cristo. San Francisco de Sales, Santa Teresa de Ávila y otros.
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús surge en Francia, en el convento Paray Le Monial, tras una serie de visiones que tiene.
Una religiosa Santa Margarita María Alacoque, en las que Cristo le pidió que trabajase para la institución de una fiesta en honor del Sagrado Corazón. Estas apariciones tuvieron lugar entre los años 1673 hasta su muerte en 1690.
Jesús le pidió que honrara a su corazón de carne, Su corazón es para nosotros el perfecto símbolo del amor.
Cristo vivió, comió, durmió, habló, Cristo vivió, comió, durmió, habló, calló, anduvo, se cansó, descansó, sudó y tuvo hambre, sed, pobreza, etc., etc., trabajó, en una palabra, padeció y murió por nosotros, por nuestra salvación. La humanidad es ingrato con su sacrificio de Dios Santo, lo cual sufre por la ingratitud de los hombres en agravio al sacrificio de las cinco llagas especialmente a la Sagrada Llaga del costado de Jesús, Nos suplica que debe ser honrado su corazón inmaculado en el mundo.
El amor de Dios no se compara con el amor hombre, Hablar del corazón del corazón de Jesús es hablar del amor divino de Dios eterno a los hombres. «Te amé con amor eterno». «Tanto amó Dios al mundo que
El 16 de junio de 1675, se le apareció Nuestro Señor a Santa Margarita María de Alacoque y le mostro su Corazón rodeado de llamas de amor, coronado de espinas, con una herida abierta de la cual brotaba sangre y, del interior de su corazón, salía una cruz. Santa Margarita escuchó al Señor decir: "He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de los hombres no recibe nada más que ingratitud, irreverencia y desprecio, en este sacramento de amor.
La Iglesia Católica celebra este viernes, del mes de junio, el día del Sagrado Corazón de Jesús, un festejo que tiene fecha distinta cada año ya que cae el viernes posterior al segundo domingo de Pentecostés.
La familia educa en los valores que defiende con su modo de vivir. Todos los valores nos humanizan y son cristianos, pues la finalidad de ser cristiano es vivir como Jesús y defender la humanidad como una comunidad de hermanos donde nadie queda excluido.
Ser consciente de que oración es la actitud de comunicación y abertura a los demásnza y a Dios de un modo continuo, que se alimenta en la confianza en el amor que Dios nos tiene como padre y madre.
Primera reunión de padres de segundo de catequesis que orienta cómo son educadores de la fe de sus hijos y cómo la catequesis de sus hijos les está siendo una aportunidad para plantearse ser más coherentes con su fe.
Fotos de pueblos o lugares de España que escogieron los alumnos para tomar conciencia de los distintos lugares en los que han nacido sus padres y abuelos, todos interesentes .
La inerpretación del Evangelio de san Lucas.pdfadyesp
El piadoso Lucas era antioqueño por nacimiento y por oficio médico y en la sabiduría helénica fue un grande erudito, así como en la ordenanza judía iba sobrado. Luego cuando había resucitado Cristo de entre los muertos, él junto con Cleofás iba de camino a Emaús y se encontraron con Jesús. Mas tarde Lucas se convirtió en compañero de viaje y seguidor del maravilloso apóstol Pablo, y solo quince años después de la ascensión de Cristo, san Lucas escribió Su evangelio con todo detalle.
Esta guía es una ayuda para hacer por tu cuenta el retiro mensual, allí dónde te encuentres, especialmente en caso de dificultad de asistir en el oratorio o iglesia donde habitualmente nos reunimos para orar.
1. 6 de junio de 2010 Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo (C) 1 Corintios 11, 23-26 Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS I ntroduce en nuestras vidas la memoria de Jesús. Pásalo . José Antonio Pagola HACER MEMORIA DE JESÚS Música:AveVerum;present:B.Areskurrinaga HC ; euskaraz:D.Amundarain
2. Al narrar la última Cena de Jesús con sus discípulos, las primeras generaciones cristianas recordaban el deseo expresado de manera solemne por su Maestro: «Haced esto en memoria mía». Así lo recogen el evangelista Lucas y Pablo, el evangelizador de los gentiles.
3. Desde su origen, la Cena del Señor ha sido celebrada por los cristianos para hacer memoria de Jesús, actualizar su presencia viva en medio de nosotros y alimentar nuestra fe en él, en su mensaje y en su vida entregada por nosotros hasta la muerte.
4. Recordemos cuatro momentos significativos en la estructura actual de la misa. Los hemos de vivir desde dentro y en comunidad.
5. La escucha del Evangelio . Hacemos memoria de Jesús cuando escuchamos en los evangelios el relato de su vida y su mensaje. Los evangelios han sido escritos, precisamente, para guardar el recuerdo de Jesús alimentando así la fe y el seguimiento de sus discípulos..
6. Del relato evangélico no aprendemos doctrina sino, sobre todo, la manera de ser y de actuar de Jesús, que ha de inspirar y modelar nuestra vida. Por eso, lo hemos de escuchar en actitud de discípulos que quieren aprender a pensar, sentir, amar y vivir como él.
7. Hacemos memoria de la acción salvadora de Jesús escuchando con fe sus palabras: "Esto es mi cuerpo. Vedme en estos trozos de pan entregándome por vosotros hasta la muerte... Éste es el cáliz de mi sangre. La he derramado para el perdón de vuestros pecados. Así me recordaréis siempre. Os he amado hasta el extremo". La memoria de la Cena.
8. En este momento confesamos nuestra fe en Jesucristo haciendo una síntesis del misterio de nuestra salvación: "Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. Ven, Señor Jesús". Nos sentimos salvados por Cristo nuestro Señor.
9. La oración de Jesús. Antes de comulgar, pronunciamos la oración que nos enseñó Jesús. Primero, nos identificamos con los tres grandes deseos que llevaba en su corazón: el respeto absoluto a Dios, la venida de su reino de justicia y el cumplimiento de su voluntad de Padre.
10. Luego, con sus cuatro peticiones al Padre: pan para todos, perdón y misericordia, superación de la tentación y liberación de todo mal.
11. La comunión con Jesús. Nos acercamos como pobres, con la mano tendida; tomamos el Pan de la vida; comulgamos haciendo un acto de fe;
12. … acogemos en silencio a Jesús en nuestro corazón y en nuestra vida: "Señor, quiero comulgar contigo, seguir tus pasos, vivir animado con tu espíritu y colaborar en tu proyecto de hacer un mundo más humano".
13. HACER MEMORIA DE JESÚS Al narrar la última Cena de Jesús con sus discípulos, las primeras generaciones cristianas recordaban el deseo expresado de manera solemne por su Maestro: «Haced esto en memoria mía». Así lo recogen el evangelista Lucas y Pablo, el evangelizador de los gentiles. Desde su origen, la Cena del Señor ha sido celebrada por los cristianos para hacer memoria de Jesús, actualizar su presencia viva en medio de nosotros y alimentar nuestra fe en él, en su mensaje y en su vida entregada por nosotros hasta la muerte. Recordemos cuatro momentos significativos en la estructura actual de la misa. Los hemos de vivir desde dentro y en comunidad. La escucha del Evangelio . Hacemos memoria de Jesús cuando escuchamos en los evangelios el relato de su vida y su mensaje. Los evangelios han sido escritos, precisamente, para guardar el recuerdo de Jesús alimentando así la fe y el seguimiento de sus discípulos. Del relato evangélico no aprendemos doctrina sino, sobre todo, la manera de ser y de actuar de Jesús, que ha de inspirar y modelar nuestra vida. Por eso, lo hemos de escuchar en actitud de discípulos que quieren aprender a pensar, sentir, amar y vivir como él. La memoria de la Cena . Hacemos memoria de la acción salvadora de Jesús escuchando con fe sus palabras: "Esto es mi cuerpo. Vedme en estos trozos de pan entregándome por vosotros hasta la muerte... Éste es el cáliz de mi sangre. La he derramado para el perdón de vuestros pecados. Así me recordaréis siempre. Os he amado hasta el extremo“. . En este momento confesamos nuestra fe en Jesucristo haciendo una síntesis del misterio de nuestra salvación: "Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. Ven, Señor Jesús". Nos sentimos salvados por Cristo nuestro Señor. La oración de Jesús . Antes de comulgar, pronunciamos la oración que nos enseñó Jesús. Primero, nos identificamos con los tres grandes deseos que llevaba en su corazón: el respeto absoluto a Dios, la venida de su reino de justicia y el cumplimiento de su voluntad de Padre. Luego, con sus cuatro peticiones al Padre: pan para todos, perdón y misericordia, superación de la tentación y liberación de todo mal. La comunión con Jesús . Nos acercamos como pobres, con la mano tendida; tomamos el Pan de la vida; comulgamos haciendo un acto de fe; acogemos en silencio a Jesús en nuestro corazón y en nuestra vida: "Señor, quiero comulgar contigo, seguir tus pasos, vivir animado con tu espíritu y colaborar en tu proyecto de hacer un mundo más humano". José Antonio Pagola