El documento resume la historia y estado actual de los campos de hierba artificial, comparándolos con los de hierba natural. Explica que los campos artificiales han mejorado para permitir jugar al fútbol de manera similar, aunque aún se necesita más investigación sobre la absorción de impactos, abrasión y comportamiento del balón. También destaca la necesidad de normas para campos de iniciación y menores riesgos de lesión en campos artificiales de nueva generación.