La conquista romana de Hispania se produjo entre los siglos III a.C. y I a.C. en cuatro etapas: primero lucharon contra los cartagineses y los derrotaron, luego enfrentaron rebeliones de los lusitanos y celtíberos que resistieron la conquista, después Hispania se vio involucrada en las guerras civiles romanas, y finalmente Augusto dirigió una campaña para someter a los pueblos del norte como los cántabros y astures, completando así la conquista romana de la península