El huso muscular es un sensor ubicado en los músculos esqueléticos que envía información al cerebro sobre el estado de contracción y elongación de las fibras musculares para limitar el movimiento y evitar lesiones. Los husos musculares contienen receptores sensoriales que son más sensibles a la longitud del músculo que a su velocidad de estiramiento, permitiendo controlar el nivel de estiramiento según la longitud y generar relajación muscular para prevenir sobreestiramientos o distensiones.