El documento describe los principales impactos ambientales negativos de la tecnología moderna, incluyendo el cambio climático global debido a los gases de efecto invernadero, la destrucción de la capa de ozono, la deforestación, la desertificación y la pérdida de biodiversidad. También señala que la ciencia y la tecnología pueden usarse para ayudar a la conservación del medio ambiente, por ejemplo mediante la prevención de incendios forestales, el reciclaje y las energías renovables.