El texto describe la relación económica entre las colonias y los países viejos durante el período de colonización. Explica que las colonias se especializaban en la producción agrícola y de materias primas para satisfacer las necesidades de los países viejos, mientras que estos se dedicaban a las manufacturas para exportar a las colonias. El texto justifica la colonización argumentando que este intercambio económico beneficiaba mutuamente a colonias y metrópolis al ser los mejores clientes la una de la otra.