El Imperio Inca estaba dividido en grupos sociales privilegiados y no privilegiados. Los nobles eran el grupo privilegiado y podían ser gobernantes, guerreros o sacerdotes, mientras que la mayoría de la población no tenía privilegios y se encargaba de la agricultura, la artesanía y otras actividades para mantener al imperio. Los incas organizaron su economía en base al control vertical de la producción de diferentes zonas ecológicas, y los tributos incluían trabajo comunal, entrega de alimentos y productos manufacturados.