El documento habla sobre los principios de los bienes públicos y privados. Explica que los bienes públicos como el alumbrado de calles no son excluyentes ni rivales, por lo que cualquier persona puede usarlos. Mientras, los bienes privados sí son excluyentes ya que quien no paga no puede consumirlos, y también son rivales porque el consumo de una persona reduce la disponibilidad para otros. Finalmente, señala que los bienes públicos requieren de una gestión pública estricta.