Informativo Misión Jóvenes Adultos | 21 de junio | Escuela Sabática Segundo trimestre 2014 http://escuelasabatica.es/

1. WESTERN INDIA I June 21
L-j sÚ'Z'íüíYú
Jucob [2* ¡juris)
Jacob
Jacob Kunthara, de 23 años, está cursando su
posgrado en ingeniería en Trivandrum, India.
C
uando llegó el fin del año escolar,
tomé los exámenes de prueba y des­
cubrí que me quedaba algo de tiempo libre
los sábados, por lo que hallé una iglesia
adventista en la ciudad y comencé a asistir
a ella. Sentía que era como el cielo re-
unirme a adorar a Dios con esta gente. Los
relatos misioneros realmente me impresio­
naban, porque me mostraban que Dios es
el mismo Dios en todas partes del mundo.
Durante el año escolar, el tiempo que pasé
leyendo la Biblia me había mostrado que
Dios es un Dios muy personal. No enten­
día algunas de las clases, pero después de
que oré sobre el tema, el Señor me mostró
cómo entenderlo.
En ocasiones, compartía lo que estaba
descubriendo en la Biblia con otro mucha­
cho que asistía a una iglesia dominical, y él
también llegó a creer. No sabía cómo explicar
las profecías muy bien, como para mostrar
que la iglesia a la que habíamos asistido antes
no era la iglesia verdadera, de manera que me
limité a orar y entonces dejaba escapar lo que
me venía a la mente. Pero parece que fue sufi­
ciente, porque el muchacho lo comprendió y
aceptó. Su familia le advirtió que se mantuvie­
ra alejado de mi iglesia y de mí.
Regresé a casa y pedí ser bautizado. Mis pa­
dres se sentían felices, porque Dios había lle­
gado a ser una parte tan importante de mi vi­
da. Dejé de componer música para mis amigos
de la banda, y mi madre y yo fuimos bautiza­
dos juntos.
Mi padre había estado grabando sermones de
los programas adventistas de televisión, y ese
verano escuché muchos de ellos. Esos sermo­
nes me enseñaron mucho sobre lo que creen
los adventistas.
Me quedo maravillado al pensar en la ma­
nera en que Dios nos revela las cosas. En oca­
siones, sus revelaciones nos llegan lentamente,
y en otras ocasiones él nos revela las cosas con
mucha rapidez. En esa iglesia me encontré con
los jóvenes y crecimos juntos en la fe

2. C á p s u l a i n f o r m a t i v a
La India es un país con una cultura centrada
en la familia. A menudo, sucede que tres ge­
neraciones diferentes viven en la misma casa o
en residencias de la cercanía. Los abuelos sue­
len cuidar o los niños mientras los padres tra­
bajan, ya sea en los campos o en oficinas. La
generación mayor suele ejercer la autoridad en
la familia.
En especial entre los hindúes, la adoración sue­
le ser practicada en el hogar, donde se dedica
una habitación o un hueco especial en la pared
para colocar estatuas del dios o los dioses de la
familia.
La Iglesia Adventista está trabajando para brin­
dar templos a tantas congregaciones como sea
posible. Aun las edificaciones más simples
desa-rrollan la credibilidad de la comunidad y
ani-man a las personas para que investiguen
más sobre las enseñanzas de la iglesia.
Me registré en una escuela de Ingeniería de
Trissur, donde había asistido a la iglesia por
primera vez.
Me sentía feliz por ello. Sigo asistiendo a
la iglesia en Trissur toda vez que no estoy en
casa para pasar el fin de semana. No tenemos
una iglesia cerca de nuestro hogar, de manera
que viajo unos 28 kilómetros parallegar hasta
la iglesia.
Mi hermana tampoco se había in­
teresado mucho en la religión has­
ta el final de su duodécimo grado.
Estaba preocupado por ello, por­
que aún estaba viviendo una vida
secularizada.
Creía que yo era un poco raro por
haber decidido pasar de mi amor
por la música secular a ser un “loco por Dios”.
Pero, cuando se anunció el cronograma de sus
exámenes oficiales, descubrió que dos de ellos
se realizarían en sábado. Para nuestra sorpre­
sa, se mantuvo firme y se rehusó a rendir esos
exámenes en sábado. Eso significó que tuvo
que esperar dos años más para rendir una vez
más esos exámenes.
Mi hermana comenzó a estudiar en una es­
cuela secundaria adventista, y ahora veo que su
fe es mucho más sólida. Ahora no tiene pro­
blemas para compartir su fe con sus amigos, y
hasta ha llevado a varios de ellos a Cristo. Es­
ta situación ha cambiado su vida en muchos
sentidos. Dios ha llegado a ser real para ella, y
su fe es firme. A menudo me llama y me pide
que le envíe libros para compartir con otras
personas.
Disfruto mucho de ver la manera en que
Dios está trabajando en nuestra vida. Él nos
ha permitido que compartamos nuestra fe con
otras personas, ya sean compañeros de clase,
primos, y hasta incluso con mi abuelo. Varias
personas han estudiado la Biblia con nosotros
y ahora están convencidas de seguir a Cristo y
la voluntad divina para su vida. (%)