España está organizada como un estado descentralizado con 17 comunidades autónomas y 2 ciudades autónomas. El poder se distribuye entre las Cortes Generales, que consisten en el Congreso de los Diputados y el Senado, el gobierno central y los gobiernos regionales de las comunidades autónomas. El sistema político español se basa en una monarquía parlamentaria con el rey como jefe de estado y un primer ministro elegido por el Congreso como jefe de gobierno.