El sistema intercooler consiste en un intercambiador de calor que enfría el aire caliente que sale del turbocompresor antes de entrar en los cilindros del motor, lo que permite introducir una mayor masa de aire para mejorar el rendimiento. Se construye con tubos por los que circula el aire del compresor y agua fría por fuera para enfriarlo. Esto aumenta la potencia y el par motor en hasta un 30% al permitir una mayor combustión.