El documento discute si el acceso a Internet debe considerarse un derecho fundamental. Por un lado, algunos argumentan que sí debe serlo ya que Internet es indispensable para el desarrollo económico y social y para garantizar otros derechos como la libertad de expresión. Sin embargo, otros sostienen que Internet es solo una herramienta y no un derecho en sí mismo, y que garantizar el acceso universal podría ser económicamente inviable para los gobiernos y obstaculizar la innovación. El documento también presenta las posiciones de varios autores respecto a este debate.