Este documento discute los desafíos y limitaciones del sistema educativo mexicano entre 1968-1970, incluyendo falta de fines específicos, uniformización burocrática del currículo y falta de innovación. También analiza teorías emergentes sobre la sociología de la educación y su relación con la estructura social. Finalmente, sugiere que una "nueva significación social" es necesaria debido a los cambios tecnológicos que están transformando el saber y la transmisión de conocimiento.