La inversión requiere tres variables clave: el rendimiento esperado, el riesgo de no obtener dicho rendimiento, y el horizonte temporal para recibir ganancias. La inversión neta descuenta las inversiones utilizadas para cubrir la reposición de capital de la inversión bruta total. El ahorro es la parte del ingreso no destinada al gasto que se reserva para necesidades futuras a través de juntar dinero regularmente.