La adolescencia es una etapa de transición entre la niñez y la adultez que implica grandes cambios físicos, emocionales y de identidad. Es un período en el que los jóvenes ya no son niños pero tampoco son adultos, lo que puede generar sentimientos de incertidumbre. La adolescencia conlleva el desarrollo de la independencia pero aún requiere del apoyo de los padres y educadores.